Una rencilla anterior habría motivado una violenta agresión en el comedor del módulo 41 en la cárcel concesionada de Alto Bonito de Puerto Montt.

La pelea ocurrió ayer a las 11 de la mañana, donde resultó herido de gravedad Christopher Vargas Santana, quien recibió una estocada en el tórax. Está condenado por el Tribunal Oral en Lo Penal de Puerto Montt por robo con homicidio.

Este interno fue uno de los sujetos que asaltó al comerciante Luis Vera en la Villa Manuel Bustos, en el mes de agosto de 2009. La víctima fue asesinada a sangre fría frente a su hijo pequeño.

De acuerdo a los antecedentes que se manejan, el recluso fue derivado al área de salud del complejo y una vez que es evaluado, se trasladó de inmediato al hospital Base de Puerto Montt para recibir atención médica.

Tras la agresión, Gendarmería realizó un allanamiento en el módulo 41 para requisar armas blancas y otros elementos, logrando establecer quién era el autor de la lesión. Se trata de Nicolás Navarro Díaz, condenado por el tribunal de Coyhaique por dos delitos de robo con fuerza en lugar habitado.

Este domingo también se registraron otros incidentes. En el módulo 11 a las 13.50 horas hubo dos internos que fueron heridos con armas blancas, que son Juan Burdiles Ulloa, condenado por robo en lugar no habitado y quien recibió dos puñaladas en la cara, y el segundo lesionado es Víctor Campos Chavol, quien recibió cuatro estocadas en el tórax.

En esta situación, también se produjo a raíz de una riña con otros internos, pero no se logró determinar quiénes eran los agresores.

Debido a este hecho, también se realizó un allanamiento en el módulo.

El mismo día, a las 21.35 horas, el interno Abel Hermosilla Contreras se autoinfirió una herida penetrante en el tórax.

Todos los hechos acontecidos entre el domingo y ayer lunes, fueron informados al Ministerio Público.

Desde Gendarmería, se indicó que las lesiones se pueden originar para que los internos salgan del penal y sean internados en el Hospital Base de Puerto Montt, con la intención de fugarse.

Los resultados de una reconstitución de escena y un peritaje balístico, serán cruciales en la investigación que sigue el Ministerio Público para esclarecer las circunstancias en que se produjo la agresión a un menor de 17 años, que fue baleado por un detective de Puerto Montt.

Pelea que, acusan, se generó luego de que el baleado asaltar al hijo del policía el 7 de diciembre del año pasado y de portar un fierro para amenazar al PDI que acudió de inmediato al lugar tras recibir el llamado de su hijo. Esta versión discrepa con la tesis que tiene la defensa del joven imputado, quien asegura que nunca lo intimidó para sustraerle un (reproductor) Mp3.

La fiscal a cargo de la causa, Pamela Salgado, estuvo presente en la diligencia que se realizó ayer en la tarde en los estacionamientos de un supermercado de Valle Volcanes.

'El objetivo es recabar las versiones de los distintos partícipes en esta investigación a objeto de poder, a través de una pericia balística, determinar la dinámica en que ocurrieron los hechos, la entrada del proyectil y poder ir corroborando las versiones entregadas por cada uno', puntualizó.

La persecutora agrega que es importante conocer la trayectoria intracorpórea del proyectil, las distancias y que incluye planimetría también.

Una diligencia de esta naturaleza -según la fiscal- permite a través de la balística saber cuál es la versión más compatible con los hechos; es decir, si es el testimonio del menor baleado o del detective.

Para ello, también fue necesario contar con la versión de testigos, entre ellos un pastor que estuvo presente en el momento del incidente.

Se trata de José Miguel San Martín, de la Iglesia Misión Evangélica Fuego de Dios de Puerto Montt. Dijo escuetamente que 'ese día entré al supermercado, como cualquier persona, cuando me encontré con el niño que fue baleado. Carabineros llegó altiro y el detective estaba solo; Investigaciones llegó mucho después'.

Felipe Ahrens, abogado del joven, dice que en un comienzo la detención fue declarada ilegal por el tribunal por el uso excesivo de la fuerza por parte del funcionario de la PDI.

'Su evolución de salud ha sido compleja, fue sometido a tres operaciones y también lo afectó en lo laboral. Hoy llegó a plasmar su versión sobre lo que sucedió ese día. Su intención nunca fue agredir al detective. El disparo lo recibió cuando arrancaba, a una distancia de seis metros. Fue esposado y trasladado al hospital', revela.

El defensor precisa que el imputado fue formalizado por robo con intimidación, pero más bien se trata de un hurto. Detalla que de forma previa al incidente, el imputado iba junto a otros jóvenes, los cuales tenían un problema con otro grupo y en el camino se encuentran casualmente con el hijo del detective que jugaba con sus amigos.

'Habían unas bicicletas estacionadas y vieron un banano que habían sustraído, el cual en su interior tenía un Mp3 y otras especies. Nunca hubo intimidación, ni uso de fuerza, ni nada', sentenció Ahrens.

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