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Kiev condiciona repliegue al alto al fuego acordado

crisis. Las violaciones a la tregua entre las fuerzas ucranianas y los prorrusos retrasan la creación de una zona desmilitarizada.

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Las reiteradas violaciones de la tregua entre las fuerzas ucranianas y los rebeldes prorrusos retrasan el repliegue del armamento pesado y la creación de una zona desmilitarizada en el este de Ucrania que debía comenzar ayer.

Ucrania advirtió que no replegará el armamento pesado de la zona de seguridad acordado con los rebeldes prorrusos el sábado en Minsk, hasta que el alto el fuego se respete en su totalidad. 'Uno de los principales puntos (del acuerdo) es el alto el fuego. Por el momento, incluso este primer punto no se está cumpliendo', aseguró Ígor Lisenko, portavoz del Consejo de Seguridad nacional y Defensa.

Mientras, los rebeldes confirmaron a medios rusos que Kiev no había comenzado ayer a retirar sus piezas de artillería de la zona de seguridad. 'Por el momento, los militares ucranianos siguen en sus posiciones', informó un portavoz del mando militar insurgente. Y añadió que, 'ni siquiera se están efectuando preparativos de repliegue'.

El memorándum suscrito por Kiev y los separatistas reforzó el alto el fuego declarado el pasado 5 de septiembre. Aunque se mantiene desde entonces, los incidentes son constantes y, de hecho, Lisenko cifró en dos los soldados muertos y en ocho los heridos en las últimas 24 horas, con lo que ya serían una veintena las bajas ucranianas desde la declaración de alto el fuego.

En la misma línea, el mando militar ucraniano denunció numerosos ataques contra sus posiciones y puestos de control en las regiones de Donetsk y Lugansk.

Como respuesta, las fuerzas gubernamentales eliminaron a unos 40 milicianos y destruyeron dos piezas de artillería y una lanzadera de misiles Grad. Tanto Rusia como el garante de la tregua, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), intentan atenuar la tensión y mantienen que el cese de las hostilidades es efectivo.

Unos 100.000 kurdos sirios huyeron de los islamistas a Turquía

exodo. La ONU calculó la cifra y advirtió que seguirán escapando.

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Unos 100.000 kurdos sirios han cruzado la frontera a Turquía en los tres últimos días por temor al avance del grupo terrorista sunita Estado Islámico (EI), informó ayer el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Ankara. 'La cifra llega casi a los 100.000', indicó la portavoz Selin Unal. 'Y siguen llegando', agregó.

Las autoridades turcas y de la ONU se están preparando para la posible llegada de cientos de miles de kurdos sirios en los próximos días. Turquía abrió la frontera el viernes ante la acumulación de personas.

Desde la semana pasada, los milicianos de EI tomaron más de 60 pueblos kurdos en el norte de Siria, cerca de la ciudad de Kobane (Ain al Arab en árabe), lo que ocasionó el éxodo de sus habitantes por el miedo a represalias, masacres y persecuciones.

Unas 150.000 personas han dejado Kobane desde entonces, indicó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, una organización cercana a la oposición que monitorea el conflicto. Muchos han cruzado a Turquía pero otros siguen atrapados del otro lado de la frontera en medio de sangrientos combates entre los yihadistas y los combatientes kurdos, que tratan de hacerlos retroceder.

El Observatorio se mostró muy preocupado por la situación de unos 800 civiles kurdos que están desaparecidos desde el avance de EI. Se ha reportado la ejecución de al menos 11 civiles por parte de los yihadistas, según esta fuente.

Los habitantes de Kobane son en su mayoría kurdos, pero la ciudad se había convertido además en un lugar de refugio de unos 200.000 desplazados internos de otras partes de Siria porque era un lugar relativamente seguro, señaló ACNUR.

El gobierno turco anunció que está levantando otros dos campamentos de refugiados, mientras que ACNUR señaló que está repartiendo miles de mantas y colchones y que instalará centros de registro.