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Temor en trabajadores de nuevo municipio de Maullín por gritos y ruidos desconocidos

misterio. Habitantes de la comuna han comentado diversas hipótesis sobre la naturaleza de la situación. Aunque alcalde dice que está todo normal, nocheros confirman los rumores.

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Es vox populi en Maullín. En estos momentos son decenas de rumores sobre extraños fenómenos que se han presenciado en el nuevo edificio municipal emplazado en calle O'Higgins, especialmente en horario tarde y noche. Situaciones que son atribuidas al antiguo hospital y morgue que estuvieron funcionando en este lugar frente al río desde 1919.

El nuevo recinto de tres pisos fue entregado a fines de julio y el lunes 4 de agosto los funcionarios municipales comenzaron a cumplir labores en este lugar.

Los trabajadores del municipio dicen haberse percatado de 'extraños fenómenos' que se registraban en el lugar, pero los que se acentuaban en horario nocturno.

La historiadora de Maullín Andrea Soto Toledo confirmó que en este terreno a fines de 1800 se hizo una fosa común para sepultar a las personas que habían fallecido por viruela, la que se expandió en toda la provincia y gran parte de esta zona.

'En 1886 se expendió rápidamente la viruela en la provincia de Llanquihue y fallecieron muchas personas, y acá (Maullín) varios de ellos fueron sepultados en fosas comunes, todo ello en el sector llamado Las Carreras', cuenta Soto, quien ha escrito dos libros: 'Voces del Pasado' y 'Héroe de Fuego', y está por terminar el tercero sobre la historia deportiva de Maullín.

La especialista en la comuna también dijo que a principios de la década de 1900, se construyó en calle O'Higgins -en ese mismo lugar- el hospital San Carlos. 'Este fue inaugurado en 1919 y el primer médico fue Reinaldo Bartsch. La gente también habla de un Cementerio en este mismo sector, pero no existen antecedentes de ello, sólo de la existencia de la fosa', añade.

Walterio Díaz (66 años) se desempeña como nochero en el nuevo edificio de la Municipalidad.

Confirmó la existencia de ruidos extraños, pero dice que se acostumbró y que cuando es muy fuerte y constante comienza a rezar. 'La gente joven es la que tiene más miedo, yo he escuchado varios ruidos, pero ya me acostumbré. Los sonidos son de puerta, martillazos, pero es a la hora que no hay nadie, estoy solo. Ya no tengo miedo, pero cuando son ruidos muy fuertes y seguidos comienzo a rezar', revela.

Walterio Díaz agregó que también trabajó en la construcción del edificio: 'Los nocheros de la construcción veían sombras, y además apareció una persona, pero nada más'.

Jaime Serón es guardia de día y los fines de semana. 'Se escuchan portazos, caminatas y silbidos. Un día sábado sentimos funcionar el ascensor y que caminaban en el piso de arriba, que movían las sillas, pero al ir a ver no había nadie. El domingo pasado se quedó el nochero que trabaja en el estadio y vino a reemplazar a don Walterio. Esa noche esa persona escuchó gritos, ruidos y de todo, y se quería ir; llamó a don Walterio y al final estuvo hasta las 10 y media de la noche. Yo he visto sombras y a veces se mueven sillas, además se sienten aplausos, gritos y llantos de guaguas, pero para nosotros ahora esto es algo como normal, pero los primeros días no era muy agradable', relató.

El Padre Mirson Cayupel, de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, dijo que la situación ocurrida en la nueva Municipalidad es el comentario de la ciudad. El párroco explicó que el inmueble no ha sido bendecido. 'Lo que se hizo fue una oración, y el alcalde manifestó que se iba a realizar algo más oficial más adelante; pero esto se cuenta como anécdota, y quienes cuentan las historias a veces se contradicen. Entonces, no hay cómo tomarlo, además que nadie me ha pedido nada oficial', comentó.

El alcalde de Maullín, Jorge Westermeier, dijo que los rumores son muchos, 'pero te puedo decir que no existe nada extraño. La gente está tranquila y son relatos que trascienden en la retina histórica de los habitantes de Maullín. Esto es más sugestión, pero además es parte del legado que deja la memoria por el emplazamiento del hospital donde hubo mucho movimiento'.

Wilma Thimeos, vecina de Maullín, trabajó en el antiguo hospital y asegura que nunca observó nada extraño. 'El hospital dejó de funcionar a fines de los '80 y muchas veces me tocó hacer turno de noche y no tengo recuerdo que haya ocurrido algo raro', sostuvo.

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