Como Ariel Ahumada Muñoz, de 20 años, fue identificado el joven que este lunes en la tarde fue encontrado sin vida a la altura del kilómetro 10, en la zona de la playa del sector de Chinquihue, en Puerto Montt.

Según Carabineros de la Subcomisaría Mirasol, fue hallado por un pasajero de unas cabañas ubicadas en la zona, quien realizaba una caminata por la playa, cuando vio un bulto blanco con una bolsa roja a su costado.

Los funcionarios encontraron el cuerpo de espalda, sin signos vitales y tenía una malla marisquera de color rojo llena de piedras en su mano derecha.

Según se indicó, no existía ninguna denuncia por presenta desgracia y que se trataba de un paciente que sufría esquizofrenia paranoide.

El fiscal de turno instruyó la presencia de la Brigada de Homicidios de la PDI para que pueda realizar las diligencias, mientras que el cuerpo fue remitido al Servicio Médico Legal (SML) de esta ciudad.

Se presume de forma preliminar que la causa de muerte fue asfixia por sumersión; es decir, falleció ahogado.

'Quiero justicia por el brutal y cruel asesinato de mi hijo José Luis Muñoz Paredes... Crucificaron a mi hijo el día 8 de septiembre del 2013. Pero yo me enteré hasta el 9 de septiembre. Todo el día mi hijo estuvo en el Servicio Médico Legal, muerto y sin saber nosotros como padres. Estaba como NN porque no tenía sus documentos que se los habían sustraído. Después nos enteramos... de la brutal muerte. Entramos en shock'. Fue parte de la declaración de la madre del ingeniero que fue apuñalado a sangre fría por dos hermanos en la población Padre Hurtado, en Puerto Montt.

Se trata de un menor de edad y de Leandro Erasmo Ojeda Soto, quienes miraban atentamente a la mujer y sin ninguna expresión en el rostro. El juicio en su contra comenzó la semana pasada.

La propia fiscal del caso, Pamela Salgado, ha señalado que ambos se contradicen; inclusive, cada uno cuenta lo que hizo y que en ningún momento vio lo que hacía el otro, considerando que ambos estaban juntos, según los testigos.

El relato de la madre de José Luis Muñoz fue desgarrador. Contó cómo le cambió la vida a la familia desde el homicidio de José Luis. Su marido -quien padece problemas del corazón- se descompensó en ese momento y estuvo a punto de perder la vida. Su hijo menor dejó sus estudios en Valdivia para hacerse cargo de los trámites y todas las diligencias, ya que ella sigue con depresión.

'La última vez que vi a mi hijo fue cuando salió con un amigo. Le dije bendición hijo, cuídate y vuelve temprano, pero mi hijo no volvió', dijo entre lágrimas la madre, quien aseguró que 'el segundo día del velatorio llegó una señora. Llegó llorando y me dijo que había visto cómo asesinaron a mi hijo. No lo podía creer. Yo le dije y qué hizo usted. Me respondió: ... Después llega otra señora y me dice: . Me pidió perdón y dijo que no salió por miedo, porque en esa población pasan muchas cosas'.

Agregó que el daño causado a su familia fue de tal magnitud, que aún sigue realizando limpieza a la pieza del joven fallecido. 'Le sigo haciendo la cama y le cambio las sábanas', reconoció con nostalgia.