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Indemnización por Daño Moral

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La justicia condenó al Servicio de Salud del Reloncaví a pagar 160 millones de pesos a la familia por la tardía atención que tuvo Juan Carlos Cárcamo en el hospital, proceso que aún debe resolverse, ya que la entidad apeló a la sentencia para rebajar el monto del dinero. A juicio de la madre y su hijo, es una cifra que en nada repara todo el daño causado, ya que Juan Carlos quedó con secuelas de por vida. 'Es una miseria para nosotros, porque el 40% es para los abogados, también estoy agradecida de ellos, porque se lo ganaron, pero no es suficiente para todos los gastos que tenemos', dice Celinda, quien espera que con ese dinero su hijo se vea en forma particular para tratarse de forma adecuada y evitar que siga atendiéndose en el hospital. 'Parece que ellos se burlan de uno', se lamentó. Mientras que Juan Carlos también espera que con este monto pueda ver otras opciones médicas.

'En Valdivia un médico me dijo que me habían arruinado mi vida'

ERROR MÉDICO. Juan Carlos Cárcamo y su madre recuerdan los ocho años de angustia y sufrimiento, luego que funcionarios del hospital de Puerto Montt no le diagnosticaran a tiempo una apendicitis.

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'Es complicado, porque no puedo hacer muchas cosas, casi nada. Es penoso, incluso ni siquiera puedo ir a la playa o deportes. Me afecta la cicatriz que tengo en el estómago, es como una T invertida. Yo trato de no achacarme, porque no voy a sacar nada tampoco. Me molesta la herida y debo hacerme curaciones todos los días. Igual intento hacer mi vida normal, con tal de despejar la mente', cuenta Juan Carlos Cárcamo Alarcón (26), quien ha sido operado en seis ocasiones, luego de que los funcionarios del Hospital Base de Puerto Montt le entregaran un diagnóstico tardío de apendicitis.

Su caso fue objeto de una sentencia civil, que obliga al Servicio de Salud del Reloncaví pagar $160 millones. En el fallo se indica que en agosto del año 2006 este joven llegó junto a su madre al recinto asistencial, porque presentaba fuertes dolores estomacales. En tres oportunidades lo devolvieron a la casa, hasta que se agravó y quedó internado. Como no fue tratado a tiempo, la apendicitis pasó a peritonitis, lo que le produjo envenenamiento de la sangre. Casi 50 días estuvo internado entre la UTI y la UCI.

'Le colocaban suero tres a cuatro horas y a la casa, y antes de 48 horas estábamos en el hospital. No decían nada, porque ni siquiera tomaron un examen. En la tercera vez yo insistí que lo dejaran, porque no paraba de vomitar. Yo creo que ya tenía reventada el apéndice, así permaneció casi cinco días. El día que lo llevaron a pabellón una arsenalera me dijo que las primeras 72 horas eran cruciales, porque Juan Carlos se estaba debatiendo entre la vida y la muerte. No sabía de qué lo habían operado', recuerda Celinda Alarcón, madre del joven.

'Según ellos, el apéndice estaba invertido y por eso no se dieron cuenta', dice Juan.

La mujer cuenta que su hijo 'estuvo en coma 15 días y también permaneció con el abdomen abierto como 12 días. Que esté vivo es un milagro de Dios. Aunque ellos quieran buscarle la quinta 'pata al gato' esto es una negligencia, porque no hicieron nada por él. En estos ocho años he visto tanta cosa en el hospital, las negligencias las hacen a vista y paciencia de los demás. Un día cuando mi hijo estaba hospitalizado iban a ponerle sangre a otro de los pacientes. Resulta que se equivocaron y le ponen a otro caballero, el que se puso a vomitar. No sé que habrá pasado con él'.

Juan Carlos actualmente trabaja y asegura que tiene no sólo el apoyo de madre y su abuela, sino que también de su jefe y amigos. 'Mi mamá se ha sacado la mugre, recorriendo todos los lugares y tocando las puertas, ya que ayuda del hospital prácticamente nunca hemos tenido y la que hemos tenido ha sido de mala manera. Igual conocí buena gente y doctores que son buenos'.

Y recuerda que el año pasado fue a un médico particular a Valdivia. 'Me dijo te arruinaron tu vida... Un año o dos puedo estar bien, pero después vuelven los granulomas en el abdomen y tengo que aprender a vivir así. Esto se produce por el rechazo de la malla que tengo en el interior. Me han operado seis veces y cada vez que me operan, siempre va a volver la infección que contraje en el hospital. Diariamente uno tiene gastos. Hemos tratado de tener distintas opiniones de los doctores del hospital, pero seguimos esperando'.

'Nosotros no hemos sabido de cumpleaños, de navidades, ha sido pura pena estos años', dice la abuela materna.

'El problema de Juan Carlos es irreversible, él siempre va a vivir con una bacteria. Muchas veces le pedí a Dios, cuando vi a mi hijo que estaba sufriendo mucho, que se lo llevara, para no verlo así', sentencia Celinda.

Juan Carlos desea viajar a otras ciudades y ver otros médicos que lo puedan ayudar y hacer una vida normal.