Bravo no se conforma con llegar y va por la titularidad en el arco del Barcelona
fichaje. El arquero de la Roja aseguró que inicia
El arquero de la selección chilena Claudio Bravo firmó ayer el contrato que lo unirá a Barcelona por las cuatro próximas temporadas y declaró que ahora inicia 'un reto tremendo', un desafío por conquistar la titularidad en la sucesión de Víctor Valdés.
'Agradezco al Barcelona que haya confiado en mí, mis condiciones y mi potencial. Me llena de orgullo poder estar aquí y formar parte de este gran proyecto y de esta gran institución. Siento que ya me ha tocado cumplir un ciclo en la Real (Sociedad), donde mis expectativas han ido mucho más allá', manifestó.
'Ahora me toca defender con orgullo estos colores haciéndolo lo mejor que sepa. Pasan por mi cabeza miles de cosas en este momento. Uno siempre aspira a que te pasen estas cosas y llegar hasta aquí', agregó el portero nacional.
Bravo, de 31 años, llegó el domingo a Barcelona para realizar las primeras fotografías oficiales con su nuevo escudo.
El arquero se sometió a pruebas médicas en la Ciudad Deportiva Joan Gamper y después se dirigió al Camp Nou, donde rubricó su nuevo contrato. Después, llegó su presentación ante los medios en un acto en el que pareció nervioso y exultante de alegría.
Bravo se convirtió en el tercer fichaje del equipo de Luis Enrique para la nueva temporada tras las incorporaciones del arquero alemán Marc André Ter Stegen, su competidor por el puesto, y del centrocampista croata Ivan Rakitic.
En su presentación oficial, el guardameta aseguró que no llega afectado por la competencia por el puesto ni el compromiso de suceder a Víctor Valdés, el gran referente del arco del Barcelona durante la última década.
'Todos estamos para lo mismo, para apretar lo máximo y que el equipo funcione de la mejor manera posible. Yo me voy a esforzar al máximo nivel y pienso que todos partimos desde la misma base. En ningún equipo he contado con la ventaja de sentirme titular', declaró.
Sobre la responsabilidad de suceder a Valdés, confesó que en la Real Sociedad 'desde el primer día el nombre de Arconada aparecía y yo me lo tomaba como reto personal. Tenía ese hambre de hacerme un nombre'. 'Vengo a una institución donde han participado grandes porteros y para mí es un reto tremendo', afirmó.