Por fin, los puertomontinos deciden hacerse oír y participar, utilizando uno de los modernos medios en boga para hacerlo -el canal Facebook en las redes sociales- en el marco de contribuir y alentar a la materialización del anhelado proyecto de un gran parque natural, de las artes y la cultura en los terrenos de Egaña alto, donde por varios lustros funcionó el puerto petrolero local.
Siendo, asimismo, voluntad de las autoridades concretar esa propuesta, es sumamente oportuno y relevante contar con la intervención de la propia comunidad -y sobre todo de los agentes culturales y artísticos- para la cual están destinados estos planes y obras desarrollistas. Más todavía cuando vienen a responder a inveteradas necesidades de áreas verdes y urgencias de espacios que faciliten el desarrollo de los talentos de los artistas en ciernes como de los propios consagrados. Sobre todo, cuando comprobamos que, a raíz del crecimiento demográfico, estas posibilidades se hacen cada vez más evidentes en cuanto a las urgencias de equipamientos.
Han hecho bien, por lo tanto, los agentes culturales que ejercen liderazgo en el rubro -como Alejandro Bernales y Andrés Muñoz- al motivar por las redes sociales, con el fervor con que lo están haciendo, a la población y los protagonistas del quehacer cultural, a que se integren a esta noble cruzada por un Parque Natural y de las Artes para Puerto Montt.
Es primordial que en la concepción y desarrollo de influyentes proyectos como el descrito, se cuente con la participación de los propios puertomontinos, a quienes van dirigidas tan importantes obras de adelanto. Y, de esa manera, satisfagan plenamente a la comunidad beneficiada, que tanto sueña con cultivar sus talentos, superarse y ayudar a construir una sociedad mejor y lograr una vida más feliz.
Ojalá que este despertar de los porteños -haciéndose partícipes de las iniciativas de progreso local-, se manifieste también en otros imperativos como la reposición del tren al sur, la valorización de Monte Verde, la integración de Tenglo al auge turístico, el rescate de las esencias de Angelmó y otros patrimonios, la optimización del bordemar...
Llegó la hora de ser dinámicos protagonistas, desterrando para siempre la inercia del espectador.