La inmolación del capitán de Marina, Arturo Prat y sus hombres, hace 135 años en la rada de Iquique, -en defensa de la soberanía nacional-, fue la más elocuente muestra y lección de la heroicidad que se puede alcanzar en el cumplimiento del deber, pues esos valientes marinos habían asumido ese sagrado compromiso hasta las últimas consecuencias, incluyendo dar sus vidas en ese empeño, conforme al lema de la Armada: 'Vencer o Morir'.
Responder al deber lleva implícita la responsabilidad de cumplirlo a cabalidad, con la máxima entrega y dedicación, en todos los ámbitos de la existencia laboral y de la vida cotidiana, sea cual fuere la tarea que realizar.
Una misión desde la que se puede trascender si esa cruzada de la vida se lleva adelante cada día con amor, honradez, dedicación, temple y disciplina. Si somos conscientes de que todo esfuerzo bien encaminado ayuda a dignificarnos y contribuye al bien de nuestras familias y, a través de ellas, a la grandeza de la patria. De manera que el honor se puede defender no sólo en los momentos supremos de agresión a nuestra soberanía, sino también en el cumplimiento cotidiano de los deberes que implica el compromiso con el trabajo, la familia y el entorno.
No olvidemos que más allá de los atentados a la soberanía, el cumplimiento del deber también nos exige enfrentar -estrechamente unidos- con valentía y todas nuestras capacidades a esos invasores silenciosos, -pero dañinos y degradantes-, que son la pobreza, la desigualdad social, las flaquezas educacionales, entre otras lacras perjudiciales de estos tiempos que requieren de nuestro mayor esfuerzo, solidaridad y espíritu de lucha.
Para quienes habitamos Puerto Montt -portal hacia el patagónico océano- donde el mar es el más fiel compañero y fecundo artífice de progreso de toda una vida, el 21 de Mayo y la heroica gesta de Prat y sus marineros, será siempre la más sublime expresión de chilenidad y el mejor ejemplo para que también los porteños de hoy aspiremos a la superación cumpliendo fielmente el deber de cada día en tiempos de paz. Y en la certeza de estar, así, aportando a la grandeza e integridad de Chile ante el mundo.