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Armasur quiere emprender el retiro de panderetas del borde costero

Campaña. El desafío es devolver el mar a los puertomontinos y espera que el resto siga el ejemplo.

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Desde hace un par de años, la junta de vecinos Anahuac, ha venido denunciando la contaminación desde varios puntos de vista en las últimas décadas en el sector de Chinquihue. Uno de los impactos que argumentaban es el incremento del cierre del borde costero por panderetas que aislaron a los vecinos del mar.

Hoy, hay una esperanza para que vuelvan a mirar el mar, porque la Asociación de Armadores del Sur, Armasur, está dispuesta a devolverles este escenario a los puertomontinos, retirando las panderetas.

De esta manera, se está a un paso de terminar la gran discusión de muchos puertomontinos con la autoridades municipales, que han permitido en los últimos años el cierre de los espacios libres al mar, por instalación de industrias, cercos y edificios.

Antiguamente, los astilleros estaban abiertos y todo era una atracción turística de Puerto Montt, pero la presidenta de la Junta de Vecinos, Irene Jara, recuerda que los tiempos han cambiado. 'Hoy no podrían dejar libres sus bienes por el daño y los robos. Pero sí estaríamos de acuerdo con el reemplazo por mallas firmes que permitan ver el mar. Estamos por el no a la contaminación visual', afirmó la dirigenta.

Algunos socios de Armasur bloquearon con grandes panderetas el sector y la idea es que las reemplacen por mallas.

El primero en alegrarse de la iniciativa es Jorge Pacheco, gerente de Oxxean, quien tiene un sector del puerto Chincuy con el cerco. 'Buena idea, excelente', dijo el empresario, quien ha estado fuera de la agrupación por sus demandantes actividades, por lo que no estaba interiorizado de esta iniciativa.

Sostuvo Pacheco que todo lo que sea mejorar la belleza del Canal Tenglo y Chinquihue es bueno 'y los felicito por esa iniciativa'. Armasur tiene 26 socios y no todos están establecidos en el sector. El gerente Manuel Bagnara dice que hay otros que no integran la asociación gremial, pero esperan que voluntariamente se incorporen a la iniciativa y no esperen una ordenanza para ello. Armasur verá el avance de esta iniciativa en asamblea a fines de mes.

Bagnara cree que cambiando las panderetas por rejas o mallas, obliga tener ordenado: 'Tiene que ser un compromiso de los socios para cambiar esto y hacer frente a una campaña para tener Chinquihue sin pandereta, o volver al mar. Como gremio, lo tomamos como un desafío. Entendemos que no es una inversión tan grande, pero es un desafío'.

Entre los socios que tienen panderetas, se encuentra Transmarko, Skorpios, Detroit, Oxxean, los que deberían responder a los requerimientos. 'Pero hay gente que no es socia nuestra, por lo que la idea es que el cambio sea voluntario', sugiere Bagnara.

Entre los grandes defensores que ha tenido el borde costero, se encuentra el ex presidente de la Unión Comunal de Junta de Vecinos 'Reloncaví', Ronny Torres, quien asegura que el crecimiento en la última década del sector industrial marítimo, entre diques, astilleros e industrias pesqueras, bordea el 60%.

Recordó el ex dirigente que hay estudios que indicaban contaminantes de toda especie y nunca se hizo nada, 'y ya que no se puede hacer nada, es un acierto retirar las panderetas, pero no reemplazándolas, porque debería ser un ambiente libre, de acceso libre al mar, porque el mar es de todos los chilenos', añadió.

Irene Jara asegura que las panderetas tapan mucho la visual: 'Los visitantes llegan a Puerto Montt, por su mar y se encuentran que está tapado; a nosotros nos pasa lo mismo'.

El borde costero de Puerto Montt era hasta antes del terremoto del 27/F el segundo más desordenado de Chile, según las autoridades del sector. Hoy debe estar liderando, con el ordenamiento lógico que trajo la reconstrucción.