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Peligro inminente en las laderas

El informe de Sernageomin que revela el riesgo de habitar estos cerros, es un serio llamado de atención a las autoridades, quienes deben actuar.

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En reciente publicación, este Diario dio a conocer los resultados de un estudio de Sernageomin, que revela que la mayoría de las laderas de nuestra ciudad, no son habitables. Es decir, muchas de las personas que en la actualidad allí viven, corren serio riesgo de deslizamiento de sus casas ante las lluvias invernales. El informe es preocupante y tremendamente llamativo, porque la percepción ciudadana es que mucha gente vive allí, en esa condición de peligro. "Es riesgoso vivir en las laderas, porque no están preparadas para la habitabilidad, sobre todo las que han sido identificadas como zonas peligrosas", advierte el jefe de la oficina técnica del Sernageomin.

Recordemos que los sectores más complejos en este sentido, son laderas Angelmó, Mac Iver, y los sectores Lintz y La Colina.

Ahora conviene precisar que la formación de estos cerros es distinta a la de Valparaíso, que es mucho más rocosa, en cambio acá, se crearon por procesos glaciares, que lo hacen mucho más vulnerables y menos seguros para la habitabilidad.

Por lo mismo es que urge tomar cartas en el asunto, y agilizar el catastro que tienen contemplados las autoridades para los próximos días, para poder determinar cuántas familias viven en esta condición, y cómo se conforman esas familias, porque como es evidente, es posible que muchos niños vivan en estos sectores, y ante un temporal de un par de días, el riesgo de deslizamiento es altísimo.

No obstante, no deja de llamar la atención que recién ahora reaccionemos ante este escenario de laderas pobladas, en una zona particular e históricamente lluviosa; que se ha desarrollado con deudas como las descritas.

También es cierto que aparejado a esto hay un tema cultural que acompaña esta realidad, y sobre lo cual también hay que trabajar, porque buena parte de la historia de los puertos y de esta ciudad en particular, se ha escrito desde las populares y peligrosas laderas de los cerros.