Independencia
"La optimización de la conectividad y mejores recintos de práctica deportiva resaltan en tareas por cumplir en la organización del Mundial 2015 de los cracks del futuro del fútbol global"
"La valoración de la independencia de la Fiscalía es clave en preservación de Estado de Derecho"
Cuando se creó el Ministerio Público como órgano a cargo de la dirección de la investigación criminal y el ejercicio de la acción penal se tuvo especial preocupación por dotarlo de autonomía constitucional y legal, de forma tal que las decisiones en un área tan sensible y relevante socialmente fueran siempre adoptadas conforme a criterios técnicos, sin influencias de ninguna especie. Algo similar sucede con otros órgano del Estado como la Contraloría General de la República, el Banco Central o el Tribunal Constitucional, que también han sido diseñados como órganos escindidos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, revistiéndolos normativamente de protección que garantice su independencia funcional.
Las funciones del Ministerio Público son las mismas que antes cumplía la Judicatura del Crimen revestidas de la independencia propia del Poder Judicial, por cierto indiscutida después de siglos de existencia. Pero en manos de una institución nueva como la Fiscalía dicha independencia, bajo la denominación de autonomía, no tiene en nuestros días el mismo peso atendida su minoría de edad.
La función estatal de persecución penal con miras a la solución del conflicto social que plantea el delito es una tarea especialmente sensible y compleja, que en el camino de cerrar heridas abre otras, desde que siempre afecta intereses; sin olvidar que es además el último baluarte de protección de los valores sociales más relevantes y, por ello, la respuesta que posibilita la ley es la más intensa. De ahí que en la historia existan numerosos ejemplos de instrumentalización del derecho penal que derivados precisamente de la falta de independencia de los actores del proceso.
La independencia del Ministerio Público se erige así, en último término, en una verdadera garantía, de la misma entidad que la independencia e imparcialidad del Juez, cuyos alcances no sólo se vivencian diariamente desde la vereda del justiciable, sino que también de la ciudadanía en su conjunto.
La comprensión y valoración de la autonomía o independencia de la Fiscalía es, en consecuencia, fundamental para la preservación del Estado de Derecho, así como la confianza en la institución resulta clave para una mejor justicia.
Fiscal Regional.