Las lecciones del primer carnaval
El espectáculo artístico-cultural de Puerto Varas es una iniciativa digna de apoyar, pero tiene aspectos que corregir.
Durante el pasado fin de semana, la ciudad de Puerto Varas fue el escenario ideal para la realización de la primera versión del Carnaval de Sur; instancia artístico-cultural que pretende ser un sello distintivo de esta parte del territorio nacional, y convertirse en un panorama adicional a la parrilla programática de la zona más allá del verano.
Porque como ha dicho el alcalde lacustre, Álvaro Berger, su intención es romper la estacionalidad y contar con una agenda de actividades que inviten a los turistas a visitarnos más allá del verano o de las vacaciones de invierno. Y en aquella línea, el Carnaval del Sur puede ser un gran gancho, pero aún tiene mucho por recorrer, para convertirse en un panorama por sí solo. Y quizás si el principal escollo que deben sortear para futuras versiones, es el comunicacional, y no sólo en cuanto a su promoción fuera de nuestras fronteras, sino que esencialmente a nivel interno. Porque la iniciativa posee múltiples virtudes que lo pueden consolidar como un gran evento, pero hay que educar a la población en torno al fondo del mensaje, para que la ciudadanía en general lo comprenda y efectivamente se prenda con la actividad. El sábado, día del pasacalles, el comentario más recurrente entre quienes intentaban seguirlo, era justamente comprender su dinámica: hacía dónde va, cómo se decodifica esta expresión artística.
De hecho, no fueron pocos los que echaron de menos un hilo conductor musical que guiará a los asistentes hacia una expresión común. No obstante, el evento tuvo el mérito de invitar a la población a recorrer la ciudad, quienes lo vivieron desde calles y arterias, transformándose en un buen paseo familiar, que mejor guiado no sólo hubiese sido más masivo, sino que, además, mejor logrado en la transmisión de los conceptos que había tras esta primera experiencia, que tiene a su favor justamente esa condición.
Como sea, el evento destacó por aportar una alternativa distinta, llamativa y que sin duda puede ser un aporte para la zona y para el turismo de Puerto Varas. Corrigiendo los detalles -que estamos seguros en el propio equipo organizador los deben tener claros- se puede llegar a convertir en un espectáculo que podría romper la estacionalidad y aportar a los panoramas de la gente de esta tierra que, pese a las inclemencias climáticas, puede salir a vivir sus ciudades.