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En junio regirá la "Ley Super 8"

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) sometió a consulta pública unas recomendaciones para reducir el consumo de azúcar que fueron interpretadas en algunos sectores como una señal de que ese alimento podría ser "el nuevo tabaco".

En América Latina, un 23% de la población es obeso y un 38 % tiene sobrepeso, según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO, su sigla en inglés). La incidencia de la diabetes está en aumento (se prevé que los casos crezcan casi un 60% en Centro y Sudamérica de aquí a 2035) y hay muchos países que ya tomaron medidas en pro de una alimentación más saludable.

La OMS aconseja que el consumo de azúcares libres o agregados (distintos a los que contienen naturalmente frutas y verduras) no supere el 10% (50 gramos) de la ingesta calórica total diaria y esa recomendación se mantiene en las nuevas directrices, sobre las que cualquier persona en el continente puede opinar por Internet hasta el 31 de marzo.

Pero, además, sugirió reducir el consumo a una proporción menor al 5% con el fin de obtener beneficios adicionales.

El 5% equivale a unos 25 gramos (seis cucharadas de café, aproximadamente) de azúcar al día para un adulto, lo que significa que quien ingiere una porción de torta, un helado o un vaso de gaseosa sobrepasa el límite recomendado.

Las directrices de la OMS tienen por objetivo orientar a los países sobre cómo reducir problemas de salud pública. Concretamente en el caso del azúcar apuntan a la obesidad y la caries dental.

Las restricciones que rigen en la mayoría de los países para el consumo y la publicidad del tabaco y en menor medida del alcohol, que van acompañadas de un aumento de la fiscalización de esos productos, están basadas en recomendaciones de la OMS.

El consumo mundial per capita de azúcar en 2012 subió a 24,6 kilos, casi un kilo más que en 2011 (23,7 kilos), según el último informe anual de la Organización Mundial del Azúcar (ISO).

El nuevo Reglamento Sanitario de los Alimentos, más conocido por el nombre de "Ley Super 8", comenzará a regir en junio. La norma define las porciones y límites de nutrientes críticos (grasa, azúcar y sodio) que deben tener los productos envasados y deben estar rotulados como "alto en". También regula la publicidad de los productos que son clasificados como críticos y la prohibición de su venta en los kioscos y casinos de los colegios.