Bajo un nuevo gobierno regional, la comunidad de la zona espera seguir progresando con renovados ímpetus.
Ayer, 11 de marzo de 2014, Chile vivió otro histórico episodio en su trayectoria democrática, al asumir el nuevo gobierno encabezado por la Presidenta, Michelle Bachelet, quien recibió el mando del país del mandatario saliente Sebastián Piñera, en una emotiva ceremonia que alcanzó repercusiones globales.
En la capital de la Región de Los Lagos, Puerto Montt, se instalaba también el nuevo intendente regional, Nofal Abud, y su equipo gubernamental, cuyas responsabilidades le fueron entregadas por la autoridad que dejaba el cargo, Jaime Brahm, quien se mostró agradecido de la experiencia vivida en sus años de gestión y deseó lo mejor a su sucesor.
Los puertomontinos y habitantes de esta región, junto con reconocer profundamente el esfuerzo desarrollista desplegado por el gobierno regional que se aleja, reciben con especial beneplácito y muchas esperanzas a las nuevas autoridades.
La máxima aspiración regional sigue siendo un mayor empoderamiento para las regiones, para que sus habitantes puedan forjar con más eficiencia sus propios sueños y porvenir, dotados de mayores recursos y atribuciones. Y así, el anhelado desarrollo y una mejor calidad de vida, -en un marco de verdadera equidad social y opciones de superación-, sea posible sin las inoperantes burocracias y avaricias del insaciable centralismo que tanto han postergado a las provincias.
Se espera, en consecuencia, que obras emblemáticas emprendidas y en proyecto, como el futuro Puente a Chiloé, los imprescindibles adelantos en materia de conectividad (sobre todo la urgencia de un doble vía a Alerce), la optimización de nuestro borde ribereño, el desarrollo portuario, la preservación y potenciamiento del patrimonio, la descontaminación de la bahía, el desarrollo de nuestros recursos turísticos-culturales, entre otros imperativos locales, reciban el impulso requerido de las nuevas autoridades y su noble compromiso con el progreso y bienestar de la comunidad regional.
Se confía que trabajando unidos, con respeto, generosidad y grandeza, -gobernantes y ciudadanía, sin más emblema que el de la patria-, se irán alcanzando a paso seguro los avances y las metas que conducen a una vida más digna y feliz para todos.