Órgano jesuita en la ruta patrimonial
Gran acierto son las rutas patrimoniales de este verano, sobre todo al incluir el restaurado órgano de la iglesia jesuita.
Un encomiable y extraordinario aporte al potenciamiento de la identidad de Puerto Montt, han significado, sin duda, las rutas patrimoniales turístico-culturales organizadas este verano por el municipio y su corporación cultural, cuyo broche de oro es una visita de los concurrentes, en su mayoría turistas, al sitio de Monte Verde, donde se descubrió el asentamiento humano más antiguo del continente americano. Iniciativa que ya hemos destacado en nuestro matutino, por lo que significa, sobre todo, en cuanto a la puesta en valor y trascendencia de ese magnífico hallazgo arqueológico digno de la jerarquía de patrimonio universal.
Sin embargo, en esta oportunidad queremos resaltar también un aporte similar al reforzamiento de nuestro sello histórico, surgido del Proyecto Asociativo Explora Conicyt, que impulsa la Universidad de Los Lagos, que en esta ocasión se adhirió al 161 aniversario de Puerto Montt, montando un recorrido histórico por los barrios más longevos y representativos de perdurables estilos constructivos y expresiones sociales. Entre ellos, Chorrillos y Miraflores, junto a Modelo; casonas típicas, donde destacan las casas Pauly y Ebel; el monumento histórico Campanario del ex Colegio San Francisco Javier y la Iglesia de los Jesuitas, donde los visitantes pudieron escuchar el melodioso órgano que, tras largos años y en un admirable esfuerzo, fue por fin restaurado.
Valga considerar que este instrumento musical, por su antigüedad y por lo que ha significado como contribución cultural, es una de las reliquias inapreciables que el hoy atesora de las tradiciones espirituales y religiosas de la vida social de antaño.
Conviene, por lo tanto, tener más en cuenta al órgano del templo jesuita, sobre todo en la dinámica de estas encomiables rutas patrimoniales, que cuentan, testimonialmente, el devenir de Puerto Montt labrado con tanto amor y pujanza por nuestros heroicos antepasados.
Enhorabuena, en todo caso, porque se ha hecho justicia con reparar el órgano jesuita y mostrarlo al forastero como otro de nuestros señeros símbolos, junto al paradigma de Monte Verde.