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Órgano jesuita en la ruta patrimonial

Gran acierto son las rutas patrimoniales de este verano, sobre todo al incluir el restaurado órgano de la iglesia jesuita.

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Un encomiable y extraordinario aporte al potenciamiento de la identidad de Puerto Montt, han significado, sin duda, las rutas patrimoniales turístico-culturales organizadas este verano por el municipio y su corporación cultural, cuyo broche de oro es una visita de los concurrentes, en su mayoría turistas, al sitio de Monte Verde, donde se descubrió el asentamiento humano más antiguo del continente americano. Iniciativa que ya hemos destacado en nuestro matutino, por lo que significa, sobre todo, en cuanto a la puesta en valor y trascendencia de ese magnífico hallazgo arqueológico digno de la jerarquía de patrimonio universal.

Sin embargo, en esta oportunidad queremos resaltar también un aporte similar al reforzamiento de nuestro sello histórico, surgido del Proyecto Asociativo Explora Conicyt, que impulsa la Universidad de Los Lagos, que en esta ocasión se adhirió al 161 aniversario de Puerto Montt, montando un recorrido histórico por los barrios más longevos y representativos de perdurables estilos constructivos y expresiones sociales. Entre ellos, Chorrillos y Miraflores, junto a Modelo; casonas típicas, donde destacan las casas Pauly y Ebel; el monumento histórico Campanario del ex Colegio San Francisco Javier y la Iglesia de los Jesuitas, donde los visitantes pudieron escuchar el melodioso órgano que, tras largos años y en un admirable esfuerzo, fue por fin restaurado.

Valga considerar que este instrumento musical, por su antigüedad y por lo que ha significado como contribución cultural, es una de las reliquias inapreciables que el hoy atesora de las tradiciones espirituales y religiosas de la vida social de antaño.

Conviene, por lo tanto, tener más en cuenta al órgano del templo jesuita, sobre todo en la dinámica de estas encomiables rutas patrimoniales, que cuentan, testimonialmente, el devenir de Puerto Montt labrado con tanto amor y pujanza por nuestros heroicos antepasados.

Enhorabuena, en todo caso, porque se ha hecho justicia con reparar el órgano jesuita y mostrarlo al forastero como otro de nuestros señeros símbolos, junto al paradigma de Monte Verde.

Una audiencia con el Papa

"Monte Verde, el órgano musical de antaño, antiguos barrios y casonas, el campanario jesuita, la caleta de Angelmó, entre otros, es una ruta que nunca debe dejar de hacerse"

"Queríamos recibir sus orientaciones y fortalecer nuestra comunión con el sucesor de Pedro"

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El viernes 7 de febrero los obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile -entre los que humildemente me cuento- tuvimos la gracia de Dios de ser recibidos en audiencia por el Papa Francisco, durante más de una hora, en el Palacio Apostólico del Vaticano. Encabezaba el grupo Mons. Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, quien será creado cardenal el próximo 22 de febrero. Teníamos el mandato de la Asamblea Plenaria de los obispos de poder presentarle al Santo Padre las luces y sombras de la Iglesia en Chile, así como los desafíos que enfrenta la misión evangelizadora en la sociedad actual y al inicio de un nuevo gobierno. Queríamos recibir sus orientaciones y fortalecer nuestra comunión con el Sucesor de Pedro y con sus colaboradores más importantes, a quienes también visitamos esos días. Punto alto fue concelebrar la Santa Misa con el Papa el lunes recién pasado en la capilla de la casa Santa Marta, donde reside, y volver a saludarlo al fin de la misa como hacen los fieles con su párroco.

Puedo destacar de la entrevista con el Papa el saludo fraterno e informal que dirigió a los obispos que conocía, su buen humor, el interés y empatía con que nos escuchó, el tiempo largo que nos dedicó, tanto que se atrasó media hora la audiencia siguiente con obispos polacos. Se mostró como un hombre conocedor de la situación de la iglesia en Chile, de criterios claros y al mismo tiempo práctico, preguntándonos también nuestra opinión. Nos recordó lo que ha dicho en su reciente Exhortación Apostólica "El Evangelio de la alegría" sobre el servicio a la persona humana, su dignidad y su trascendencia. Finalmente, exclamó: "¡Menos mal que existe el Espíritu Santo en la Iglesia!". Jesús no ha venido a suprimir los mandamientos o la enseñanza de los profetas sino a darles - con su ejemplo- su pleno cumplimiento, que es la radicalidad del amor de Dios y del prójimo, vividos desde lo profundo del corazón. Se trata de ir al espíritu y no quedarse en la letra. Así pues, "quien ama no hace mal al prójimo; por eso, el amor es el cumplimiento pleno de la ley" (Rm 13,10). En este domingo pedimos al Señor nos conceda la gracia de vivir de tal manera que El encuentre en nosotros una morada digna de su agrado. Parece que la ha encontrado en el Papa Francisco.