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Crucero de línea de la realeza inglesa recaló en Puerto Montt

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Sin pena ni gloria, ingresó a la bahía en la mañana de ayer el Queen Victoria, el tercer barco más grande de la Cunard Line en toda su historia, mayor aún que el RMS Queen Mary de 1936 o el RMS Queen Elizabeth de 1940.

A pesar de toda su historia, de ser el más largo que los otros de la compañía, no despertó la curiosidad del Queen Mary 2 cuando llegó el 2 de febrero del 2006 y que llenó la costanera. El Queen Victoria, que fue inaugurado el 11 de diciembre de 2007, llegó a Puerto Montt con 1.782 pasajeros y 976 tripulantes. La nave de 294 metros de eslora y 90 mil toneladas, echó anclas a las 8 horas en la bahía. Alrededor de 900 pasajeros desembarcaron del crucero para realizar excursiones turísticas programadas en los 32 buses dispuestos para ello al interior de la Empresa Portuaria Puerto Montt, Empormontt. Esta embarcación, perteneciente a Cunard, una de las líneas navieras de crucero más antiguas del mundo, se distingue por su estilo clásico y la utilización de elegantes mármoles y madera, gruesas y exclusivas alfombras y enormes candelabros en su interior.

El Queen Victoria cuenta con 12 cubiertas, 1.007 camarotes, 4 restoranes, 10 bares y salones, jacuzzis, teatro, spa, casino, cine, biblioteca, sala de juegos y gimnasio entre otras comodidades. A cargo del crucero y su tripulación -mayoritariamente inglesa- se encuentra una de las 3 capitanas del mundo, Inger Klein Olsen, quien asumió el mando del Queen Victoria a sus 43 años el 2010, luego de haber sido durante cuatro años primer oficial a bordo.

El Queen Victoria inicio su ruta en Puerto Madryn, para continuar por Cabo de Hornos, Ushuaia, Punta Arenas y Puerto Montt. En la tarde de hoy viernes, zarpará rumbo a Valparaíso, para luego dirigirse a Isla de Pascua y a Pitcairns Island en Tahiti. El miércoles arriban el Reggatt y Albatros.

Pescadores, mariscadores y comunidad indígena trabajan proyecto de reconversión

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Mirta Vega

Los pobladores más abandonados por todos son los habitantes de la Caleta de Pescadores de Panitao Bajo, de acuerdo a múltiples y reiterados reclamos que han realizado. Pero llegó la hora de dejar de ser el patio trasero de Puerto Montt, según cuentan pobladores, pescadores y el propio coordinador técnico de Fundación Chinquihue, Javier Valencia.

Fundación Chile, empresarios del sector y dirigentes de la pesca, buscarán todas las herramientas para reconvertirlos y hacer de ellos una comunidad con dignidad.

"Panitao Bajo es una de las caletas importantes de radio urbano de Puerto Montt y por lo tanto hay que darle la importancia que se merece", dice.

En el sector cohabitan los sindicatos de pescadores artesanales "Mar y Cielo", sindicatos de mariscadoras de orilla y una comunidad indígena, los que reconocen en Fundación Chile su proximidad con la ciudad, pero alejados del desarrollo.

Están ubicados a 12 kilómetros de la Plaza de Puerto Montt, y no tienen agua potable ni alcantarillado.

Además, viven sin camino, sólo hay una huella para el acceso de vehículos menores y taxi colectivos. Los taxis colectivos desaparecieron cuando se radicaron los astilleros por el mal estado de la vía, que nunca se concretó como camino, lo que ha hecho difícil la vida de su gente.

Irene Rauque es una mujer mariscadora y piensa que ya no es vida estar en el lugar. "No hay pescados, no hay mariscos y menos locomoción. Los niños sufren tanto, ya que en invierno a las 6 de la mañana hay que levantarlos para caminar hasta afuera a esperar locomoción. Por eso, estamos pensando en vender, nadie hace nada por solucionar el problema de la locomoción", contó, junto con recordar que llegó atraída de las grandes cantidades de mariscos que podía mariscar y su marido en la pesca.

Considerando que la gente vive en zonas de "múltiples intereses, con instalación de astilleros, puertos…, hay que cautelar las actividades tradicionales que ejercen los pescadores", comentó Valencia.

Por eso, la Fundación ha estado elaborando un diagnóstico de las actividades productivas y otro de la zona de intervención, ya que hay un sindicato con áreas de manejo.

"Hay recolección algas gracilarias y hay captura de pesca a pesar de la cuota, actividad productiva de pesca artesanal. Entonces, la idea es buscar en torno a ellos otras actividades, considerando la situación geográfica; es decir, agregarle valor a lo que tienen, como instalar un restaurante como existe Caleta El Membrillo, en Valparaíso. Cosas como éstas donde haya disponibilidad de entregar recursos con muy buen nivel". Hay trabajos de artesanía desarrollado por siempre por mujeres del sector y necesitan apoyo para la promoción.

En el diagnóstico ingresarán todos estos requerimientos, para lo cual ya se han hecho reuniones con las tres organizaciones para transformar el sector en una caleta urbana que tenga una alternativa de desarrollo.