Gestora de festejo tradicional creó producto permanente para turistas y visitantes regionales
S e la conoce en Maillen sólo como Luz Olivia, quien junto a su esposo Gerardo Uribe, llegan cada sábado a Tenglo a vender sus tejidos de lanas, papas y milcao.
Pero hoy con los múltiples proyectos y programas de gobierno, cada vez han ido emergiendo nuevos emprendedores y hay más competencia. En resumen, menos plata para Luz Olivia, quien dice que en verano es cuando más se sufre la falta de dinero por bajas ventas.
Mucha pena la embargaba, pero le sobraban las ganas de hacer cosas y así fue como llegó un día a la agencia de viajes de Sergio Romero y le pidió ayuda. Esta consistía en llevar turistas a Maillen a cambio de un rico desayuno y un curanto cerca de las 14 horas.
Eso fue hace 4 años. Y con las pequeñas ganancias ha ido levantando, palo a palo, un quincho para servir los curantos en estos últimos tres años.
En eso estaba cuando la descubrió a Marisol Cornejo, emprendedora también de turismo, quien arrastraba su propia experiencia y, de la nada, junto a su pareja, levantó la Hostal Posada Angelmó.
Sabiendo el esfuerzo que implica emprender cuando no hay respaldo del gobierno o de entidades financieras, la ayuda a llevar turistas, en especial a sus pasajeros.
"La señora Luz a costa de mucho esfuerzo familiar ha creado un tour saliendo del embarcadero en lancha hacia su casa para participar en un hermoso programa autóctono", apunta Marisol.
Es Luz Olivia que quiere rescatar lo que ya estaba por desaparecer y que quienes saben de su historia buscan los curantos al hoyo.
Todo parte a las 9 de la mañana en el embarcadero los Torreones, donde espera la lancha Josecito III para llevar a los visitantes, navegando durante una hora, hasta llegar a Isla Maillen, donde Luz Olivia espera con su esposo, Gerardo Uribe, sus dos hijos, su nuera y su yerno, para servir un contundente desayuno con pan amasado, kuchen, roscas, sopaipillas y mermeladas hechas por ella.
Luego, invita a conocer su isla con su hermosa playa y un paseo por sus alrededores, mientras la fogata calienta las piedras, para luego armar el curanto con los ingredientes de la región, pollo, carne de cerdo ahumado, longanizas y sus exquisitas papas, choritos y almejas de la isla, acompañado de chapaleles y milcaos.
La gente luego se divierte con la participación y las canciones de Maximiliano Ramos, quien los hace bailar para bajar el curanto y emprender el regreso a las 18 horas.