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La energía termonuclear nos sigue penando

"Consistía en un faro, una gran placa y una fuente de agua, rodeados de un bello jardín. Hoy, corporaciones vinculadas al mar claman el rescate de ese patrimonio con sello marítimo"

"Las plantas nucleares son una grave amenaza para la población que las hereda..."

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Las plantas nucleares generan residuos o desechos tóxicos altamente peligrosos para la población y que generalmente se depositan en lugares estratégicos donde supuestamente no van a dañar el medio ambiente ni deteriorar la salud de la gente.

Todos estos elementos conforman el conjunto de la basura nuclear, una grave amenaza para la población que debe heredar esta fuente de emisión radiactiva que produce cáncer, leucemia y malformaciones genéticas.

Ahora se suma la inquietud que ha provocado en el norte del país, el escuchar al presidente boliviano declarar al mundo entero en cadena de televisión y a todos los medios de prensa allí presentes, que su decisión como jefe de Estado de su país era llevar adelante el proyecto energético en base a la instalación de plantas termo nucleares en suelo altiplánico.

Ahora estaremos cercados de reactores atómicos y nuestro futuro de vida seguirá siendo incierto y ya que estamos en esta vorágine de muerte tan cercana, sólo falta que nuestras autoridades también entren a esta carrera nuclear y empiecen los estudios de factibilidad energética a través de estas mortales instalaciones y asumir las funestas consecuencias que dichas centrales tendrían para quienes tengan que residir cerca de esta atmósfera cargada de energía negativa poniendo en inminente peligro la vida de los ciudadanos.

La energía nuclear o energía atómica es utilizada en el aprovechamiento para la obtención de electricidad y su aplicación puede ser usada con fines pacíficos o bélicos.

Es común referirse a la energía nuclear como un concepto más amplio que incluye los conocimientos y técnicas que permiten la utilización de esta energía en diversas actividades médicas y productivas que ayudan a vivir mejor, pero, siempre con la incertidumbre de por medio como ya ha sucedido en otros países con destrucción y muerte.

El 26 de abril de 1986 el recalentamiento de un reactor atómico en la central nuclear de Chernobyl produjo una explosión tan infernal, que lanzó al aire una carga energética calculada en quinientas veces más potente que la bomba atómica lanzada a la ciudad japonesa de Hiroshima durante la segunda guerra mundial y nadie quiere para su país una catástrofe de esta naturaleza.

Profesor y Escritor.

Monumento al Hombre de Mar

Se cumplieron 50 años de la inauguración del Monumento al Hombre de Mar y Plaza Capitán Alcázar, hoy desaparecidos.

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Ayer 28 de enero, se cumplieron 50 años desde que se inaugurase aquel día frente al puerto local -bajo torrencial lluvia y en presencia de las principales autoridades- el Monumento al Hombre de Mar y plazoleta Capitán Luis Alcázar Haro, en homenaje a este destacado oficial mercante chilote, que por medio siglo navegó la serpenteante geografía sur austral y sus encabritados mares, demostrando siempre serenidad, destreza, valor y vocación marinera en su noble misión.

El monumento consistía en un hermoso conjunto ornamental, provisto de un faro, una placa recordatoria y una fuente de agua, rodeados de rocas y un hermoso jardín. Bellísima alegoría surgida del talento e inspiración del gran pintor puertomontino Manuel Maldonado (Manoly). Pero, lo triste y frustrante de todo esto es que tiempo después, inexplicablemente y al parecer por trabajos de remodelación de ese sector portuario, este señero homenaje urbano-marítimo desapareció del lugar y jamás fue recuperado tras varios decenios; aunque hubo un intento con la instalación de una placa en otro lugar, pero que estuvo lejos de reflejar la trascendencia del homenaje original. Ahora, felizmente, corporaciones involucradas con el mar de Puerto Montt, coincidiendo con el quincuagésimo aniversario de la creación de ese marinero monumento, lamentablemente hoy desparecido, han solicitado al alcalde Gervoy Paredes liderar las diligencias que permitan la recuperación de ese espacio ciudadano dedicado por la Municipalidad en 1964 al Hombre de Mar en la persona del capitán mercante Luis Alcázar Haro. Y proponen como posibles áreas de emplazamiento la misma entrada al puerto donde se inauguró, frente a la Base Naval, en la Plaza Chilota o en la caleta de Angelmó.

Un puerto de gran estirpe marítima como el nuestro no puede cometer esos yerros reñidos con el profundo respeto que merecen importantes símbolos patrimoniales de Puerto Montt, como aquella olvidada efigie ornamental en honor de los hombres que hacen patria trabajando en el océano. Y que es perentorio rescatar -hoy más que nunca- para estar en paz con nuestros antepasados y confirmar con hechos que el mar ocupará siempre un sitial de honor en el corazón de los porteños.