Jugar en familia trae grandes beneficios para sus integrantes
Martina De La Fuente Rivas
Llegan las anheladas vacaciones y atrás quedan los apretados horarios del trabajo y el colegio, es el momento ideal para compartir en familia y que mejor que hacerlo en torno a un entretenido juego de mesa. Y es que aunque quizás no le tome el peso, jugar en familia trae grandes beneficios para todos sus integrantes.
Así lo señala la psicóloga de la Universidad Santo Tomás, Evelin Pichinao, quien explica que jugar en familia puede traer grandes beneficios en la cohesión del grupo y en el equilibrio emocional y social de quienes forman parte del sistema. Así mismo es un excelente medio para desarrollar destrezas y habilidades.
"Mientras jugamos estamos comunicando y transmitiendo valores y adecuadas formas de relacionarnos con los demás, se logra expresar pensamientos y estrechar los vínculos afectivos. Compartir y jugar con la familia, por lo menos en un momento del día, es útil para favorecer la comunicación y la unión", señala la especialista.
Pichinao agrega que si bien existen variados tipos de juegos, los de mesa se han ido ganando su lugar en las escuelas, han evolucionado de una posibilidad más de ocio a una ventajosa herramienta para la educación de los niños.
"Además de permitir aprender a competir, ayudará a todos los miembros a su convivencia social. Hay juegos de mesa para todas las edades. Son fáciles de conseguir, jugar y de aprender, no quitan mucho tiempo y lo más importante, se obtienen muchos beneficios, como el aprendizaje de la resolución de problemas y el fomento de habilidades estratégicas", puntualiza la psicóloga.
Pichinao recomienda algunos juegos, como el Monopolio, "que es una buena opción para que sus hijos desarrollen capacidades matemáticas".
O el Ajedrez, este juego requiere de gran disciplina y concentración.
Es considerado como el mejor juego de mesa para empezar a jugarlo en la niñez, ya que estimula el pensamiento infantil.
"Lo más importante, Jugar juntos en familia ayuda a crear y fortalecer los lazos familiares, y es un momento para que los hijos se den cuenta que su familia está interesada en compartir con ellos", cierra la experta.
A diferencia de lo que ocurre con los videojuegos, donde se suele prestar más atención a la pantalla, los juegos de mesa obligan a estar constantemente interactuado con otras personas, explica la psicóloga de la Universidad Santo Tomás, Evelin Pichinao.