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Museo Pablo Fierro está a dos meses de perder su espacio por fin de comodato

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Macarena Gallegos

El Museo Pablo Fierro ubicado frente a la costanera de Puerto Varas, recibe -según su creador- alrededor de 40 mil personas al año, lo que es fácil de imaginar si se observa a los turistas subir y bajar las escaleras, inmiscuirse en los rincones y escribir recuerdos, cartas y felicitaciones.

El museo es definido por el mismo Pablo Fierro como atípico: "Este no es un museo tradicional y eso a la gente le sorprende; aquí la gente saca fotos, toca las cosas y se meten por todos lados".

Ciertamente, en este lugar no se encuentran los objetos tradicionales de un museo, sino más bien antigüedades, artículos restaurados, pinturas, entre otros. Todo lo que a la gente le llama mucho la atención. "Cuento la historia del museo y de mi arte unas 200 veces al día. A la gente le gusta este lugar, porque los objetos cuentan la historia de las personas", anota.

La historia del museo partió en un viaje a Francia. Pablo regresó con ideas nuevas y se instaló en Puerto Montt. Luego, gracias a un comodato del municipio de Puerto Varas, pudo instalarse en el lugar que ocupa actualmente.

El comodato -cuenta Pablo- está próximo a finalizar y no sabe qué va a pasar con el museo. "Ya llevo 8 años y no sé si podré quedarme más; por un lado no quiero que lo cierren, pero también me gustaría ver la reacción de la gente si eso llega a pasar", revela.

El sueño de Pablo es tener un terreno donde poder instalarse con un museo, ya que, según señala, le falta espacio para que la gente pueda transitar, pero aún desconoce el destino de su proyecto.

Por parte del municipio, el museo no tiene mayor asesoría ni colaboración. Así al menos lo afirma Pablo: "Aquí nunca ha entrado el alcalde, a pesar de que este lugar es de mucho interés turístico. Yo arreglo las goteras y lo que se rompe, además los amigos siempre ayudan con mano de obra o materiales".

El alcalde de Puerto Varas, Álvaro Berger, consultado por el Museo Pablo Fierro, señaló que efectivamente este 31 de marzo vence el comodato, siendo decisión del Concejo Municipal el otorgamiento de un nuevo período.

Si la solicitud de comodato es inferior a cuatro años, no es necesario que entre a Concejo pero si es superior a cuatro, años sí requiere ser consultado en sesión.

La opinión personal del edil frente a la existencia del museo, es que éste forma parte del patrimonio de Puerto Varas. "Ha ayudado a reconstruir y difundir el imaginario arquitectónico, no sólo de nuestra comuna, sino que también de la región. En materia turística, además, es un punto obligado para visitar", enfatiza.

Otra percepción del alcalde Berger al respecto, es que es necesario mejorar la infraestructura. "Estamos viendo la posibilidad de incorporar en la cartera de proyectos 2014, mejorar el entorno del museo, sobre todo en el ámbito de la accesibilidad", cuenta.

Carolina Cruz, coordinadora del Departamento de Cultura de Puerto Varas, señaló que de renovarse el comodato, está toda la disposición para ayudar al museo en el asesoramiento para postular a proyectos.

"Pronto, agendaré un encuentro con Pablo Fierro, por cuanto queremos apoyar la iniciativa, porque ha funcionado bien. Por eso, va a tener todo el respaldo del Departamento de Cultura".

Núcleo Colonial Alemán: historia entre senderos y bosques

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un museo bastante particular es el que se encuentra en Frutillar. El Museo Colonial Alemán, administrado por la Universidad Austral, es un recinto de 3 hectáreas y media de bosque, jardines y senderos.

Alrededor de 24 mil personas son las que visitan este lugar durante todo el año y 15 mil sólo en el verano, y en esta temporada con gran presencia de extranjeros, especialmente estadounidenses y canadienses.

Narciso Mansilla, administrador del museo, además de los datos anteriores, cuenta que en el lugar existen cuatro construcciones: el Molino, la Casa del Herrero, Campanario y la Casa de Campo, y en cada una de ellas se pueden encontrar objetos que datan desde la colonización alemana a partir de 1852.

Lo que diferencia a este museo de otros es que los visitantes pueden caminar, guiados por monitores, por los diversos senderos hasta llegar a la cima desde donde se aprecia una hermosa vista del Lago Llanquihue. "La idea ha sido generar un ambiente amigable, aquí la gente puede tomar fotos a todo", asegura el administrador.

Actualmente, en este lugar se cuenta con otros servicios como Wifi, sala multimedia, baños y estacionamiento sin costos. "Hemos debido incluir algunos avances en beneficio de los usuarios, a pesar de que intentamos resguardar el entorno", recalca.

Durante la temporada baja, el museo ha implementado la campaña "Ven a los museos", con el fin de que los estudiantes puedan acudir en forma gratuita. "De esta forma, nos aseguramos que los jóvenes valoren el patrimonio y además colaboramos con actividades de otras organizaciones para integrarnos más a la comunidad", rescata Mansilla.

El museo se encuentra abierto de lunes a domingo, en horario continuado. En cuanto a los precios de ingreso, 500 pesos para los niños de 7 a 14 años, 2 mil pesos los adultos mayores y 2 mil 500 los adultos en general. Las personas que deseen visitarlo deben dirigirse a Av. Vicente Pérez Rosales s/n.