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Los Gladiadores no estaban muertos y estiraron la serie de los playoffs

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Faltaba un minuto para finalizar el encuentro y Rodrigo Espinoza alzó los brazos y el público inmediatamente se levantó de sus asientos. El partido estaba sentenciado y el CDSC Puerto Varas celebraba la victoria en el tercer partido de la serie ante Tinguiririca de San Fernando por 114-99

Una victoria que le permite alargar la serie y hoy, de conseguir otro triunfo en casa, a partir de las 21 horas puede emparejar la cuenta y soñar con más fuerza en llegar a la final de la Liga Movistar, cuando defina el próximo sábado en el gimnasio del Instituto Marista. Pero todavía está por verse.

Y es que el encuentro jugado en el Coliseo Municipal ante más de 2 mil espectadores puso la cuota de suspenso y esperanza que este duelo necesitaba y ayer los Gladiadores encontraron el camino desde prácticamente el inicio de las acciones.

Alentados por una multitud que colmó el recinto de calle Los Copihues, el cuadro que dirige Cipriano Nuñez tuvo la frialdad para contrarrestar el poderío del rival, gracias al trabajo incansable bajo la tabla de Grady Reynolds y del fundamental aporte en el manejo de equipo de Rodrigo Espinoza, dos figuras consulares que opacaron a la dupla de los naciones de los "Energéticos" Franco Morales y Patrick Sáez.

La mano caliente del "Roro" Espinoza dejó huellas especialmente en el segundo cuarto cuando consumó cuatro triples casi en fila, lo que desató el delirio de la hinchada puertovarina. Sólo la potencia física del venezolano Tulio Cobos, se transformaba en la mejor arma de ataque de los visitantes.

El frenético ritmo del partido en la primera etapa fue total en la caldera puertovarina, un encuentro de fuerzas muy parejas y con individualidades en ambos quintetos.

En la segunda fracción, el cuadro lacustre controló el ritmo de las acciones y casi no tuvo errores en las salidas. En el tercer cuarto, el ingreso de Patricio Briones le dio un nuevo aire al gigante que mejoró su juego e hizo crecer su rendimiento en las alturas, lo mismo que Cristopher Mansilla que también mostró calidad en su juego.

En cuanto al trabajo de los jueces, a pesar de algunos yerros en la deliberación de algunas faltas, no tuvieron mayor incidencia en el resultado del encuentro, en comparación con lo ocurrido en el segundo encuentro de la semana pasada.

La jugada más conflictiva fue la que tuvo como protagonista al estadounidense del elenco forastero, Darrien Mack quien tuvo un encontrón con un hincha local, cuando aquél se deslizó y cayó encima, poniendo en riesgo la integridad de dos niños que observaban el partido. El hecho no pasó a mayores y el mismo Mack se disculpó por el roce que tuvo con el forofo.

El cuadro lacustre sentenció la brega en el último cuarto, cuando manejó a voluntad el encuentro, gracias al buen juego de transición que impuso con un ritmo endemoniado, frente a un equipo que bajó su nivel y que basó su rendimiento en individualidades. El DT Pablo Ares definitivamente no pudo dar con los cambios y la visita se fue quedando y Puerto Varas sacó a relucir su mejor básquetbol para levantar a los asistentes que festejaron con todo el buen desempeño de su equipo.

Pero, la historia aún no concluye, porque el duelo a las 21 horas de hoy será vital para seguir con vida y aunque la llave no está resuelta, la victoria de anoche de los Gladiadores se puede convertir en buen golpe anímico, para el plantel que nuevamente está obligado a vencer para no despedirse por anticipado de la lucha del campeonato.

Mientras que en el Gimnasio Monumental María Gallardo, la escuadra de Osorno Básquetbol se enfrentaba al cierre de esta edición a Boston College con el objetivo de desnivelar la cuenta a su favor, ya que ambos habían ganado un encuentro por bando la semana pasada en Maipú.