La capital regional debe hacer valer la calidad internacional de su Aeropuerto El Tepual, para proyectarse al turismo global.
Iniciativas audaces, innovadoras y futuristas, como la del alcalde de Frutillar, Ramón Espinoza, -en cuanto a posibilitar la apertura de un nexo aéreo directo entre Puerto Montt y ciudades de Brasil- son las que imperiosamente le urgen al desarrollo turístico provincial y regional. Al que evidentemente le falta un decisivo impulso en materia de promoción y mayores facilidades de acceso apuntando, sobre todo, a los ámbitos internacionales, dada la predominante condición global de la industria del turismo de hoy en día.
Las inversiones gubernamentales, -en un férreo mancomunado esfuerzo público-privado-, deben orientarse en esa dirección. Chile es un país hermoso, prístino, hospitalario y ordenado, que merece ocupar un lugar de privilegio en el concierto del turismo mundial.
Por eso es que no hay que temer en equipar a las ciudades con los mayores recursos turísticos posibles. Entre otros, con eficiente conectividad, áreas verdes, fácil acceso a sus atracciones naturales, históricas, patrimoniales y gastronómicas, seguridad, mejores servicios y una atención siempre fraterna.
En el caso de Puerto Montt, esa proyección global debe comenzar por hacer valer la calidad de aeropuerto internacional que tiene El Tepual. De modo que sea una alternativa valorizada por los turistas extranjeros que desean conocer y viajar directamente a la Región de Los Lagos de Chile, ya que por ahora Santiago y la zona central siguen ejerciendo el centralismo y privan de esas legítimas expectativas a regiones como la nuestra, cuyos tesoros naturales volcánicos, lacustres, marítimos y fluviales, -con escenarios increíbles para el turismo de aventura-, merecen ser compartidos y disfrutados por el turista global.
La vía alada en perspectiva debe ir respaldada por el adecuado apoyo logístico que surge del potenciamiento de lo mejor de lo nuestro: desarrollo de Monte Verde, integración de Tenglo por un puente, optimización del borde costero, rescate de Angelmó como símbolo local, impulso museológico cultural, recorridos marítimo-insulares, entre otros.
Hagamos méritos para conquistar las preferencias del turismo extranjero, comenzando por abrir la ruta aérea directa Puerto Montt-Brasil.