Macarena Gallegos

"Todo lo que entra tiene que salir" es la frase con que Marcelo Aguilera, gerente del Terminal de Buses de Puerto Montt, intenta explicar la enorme circulación de personas al interior del recinto por estos días. Son entre 30 y 40 mil las personas que diariamente, y en temporada de verano, pisan la losa del terminal, similar panorama ocurre en vacaciones de invierno, feriados y también los días vienes y domingos, aunque en una escala un poco menor.

A lo anterior se suma el personal que trabaja, ya sea para la administración, que corresponde actualmente a la empresa Inmobiliaria del Pacífico S.A., como para empresas externas, es el caso de los guardias de seguridad, boleterías de los buses, locales de ropa, patio de comidas, farmacia, eso sin contar el supermercado que eso ya es cuento aparte. En conclusión son miles y miles las personas que están en movimiento.

El terminal se ha convertido así en un gran centro de acopio de personas, de hecho solo le falta el alojamiento, situación que podrá estar cubierta en un futuro no muy lejano, por el hotel que allí se está construyendo.

Tomando en cuenta las características de este espacio y la concurrencia de personas, desde la administración aseguran que han trabajado varios ejes para combatir la delincuencia. Aguilera, señala que son cuatro las medidas implementadas para prevenir delitos, siendo el hurto el más frecuente pero con tendencia a la disminución.

Lo primero es el funcionamiento de la empresa de guardias de seguridad Truper, el personal trabaja en turnos día y noche y se distribuye en puntos definidos al igual que las cámaras de seguridad que son la segunda medida. Éstas comprenden un circuito cerrado de televisión monitoreando todo lo que pasa con tres personas que se dedican a ello durante toda la jornada.

La tercera medida y la más valorada por la administración es la colaboración de Carabineros, institución que cuenta con un espacio definido, allí se reciben denuncias y se continúa con el proceso policial correspondiente.

Finalmente está el sistema de voceo, este consiste en grabaciones que son emitidas dentro del terminal y que recuerdan a los usuarios algunos consejos de prevención: no fumar, las salidas de sus buses, el extravío de alguna persona, entre otras.

Para todas estas medidas ha habido un complemento, la ampliación del terminal. Ahora todo es más espacioso y más visible, "tenemos ocho veces más espacio que antes, lo que no significa que tengamos ni más gente ni más empresas de buses, la diferencia es que ahora es la misma cantidad de gente, pero con más espacio para transitar" esto ha disminuido la oportunidad de cometer delitos. explica Aguilera.

El delito de hurto es el más frecuente al interior del terminal y también de los buses, siendo en este último escenario responsabilidad de la empresa en el caso del equipaje en el portamaletas o del pasajero en caso de tener sus pertenencias consigo.

Una vez que el usuario ingresa a una máquina deja de ser responsabilidad del terminal, explican. A ello Aguilera agrega que "todo parte por uno", la idea es que cada persona sea precavida, cuidadosa con sus pertenencias evitando los descuidos, ya que son éstos los que aprovechan los amigos de lo ajeno.

Dentro de los consejos entregados, se señala la importancia de evitar abrir bolsos o maletas en público, llevar objetos de valor, además de también evitar extraviar los tickets de éstas, también se pueden usar candados para impedir que sean abiertas por desconocidos. Igualmente útil es mantener las manos libres de paquetes, ello permitirá reaccionar más rápido ante cualquier situación de emergencia.

Según explica el personal de seguridad, nunca se ha extraviado un niño, al menos no de los perímetros del recinto, pero aquí de nuevo es responsabilidad de los padres el no perderlos de vista y que en lo posible sepan o porten alguna información de las personas con las que viaja.

Por último, una práctica que muy pocos realizan y que también es responsabilidad del usuario, es declarar el equipaje. El Decreto 212 del Ministerio de Transportes establece indemnización total de la especie en este caso, de lo contrario la compensación sólo será de 5 UTM, casi 200 mil pesos, siendo válido ampararse, en cualquier caso, con la Ley del Consumidor.