Un nuevo depósito de Confianza Ciudadana
La ciudadanía se pronunció ayer en la segunda ronda electoral presidencial otorgando por vez primera en un balotaje en Chile una holgada victoria superior al 62% para la ahora nuevamente Presidenta Electa Michelle Bachelet. Al analizar minuciosamente los datos, se contrapone la aplastante victoria de Bachelet respecto a los resultados obtenidos por la ahora ex candidata presidencial Evelyn Matthei de la Alianza que con un 34% de las preferencias dicha coalición política queda en un muy mal pie para regresar a ser Oposición desde marzo próximo al nuevo gobierno. Los desafíos son compartidos, tanto para la Nueva Mayoría como para la Alianza pero la distinción de retos futuros recaerán en el liderazgo de la reelecta Presidenta Michelle Bachelet y la Nueva Mayoría que la respalda, esto porque si bien hubo una merma histórica de votantes equivalente a 1 millón respecto a la primera vuelta (15% de Abstención Real respecto a los 6,6 millones de votantes de la primera vuelta y de un 42% de Abstención Nominal respecto a los 13,3 millones de inscritos) hoy en día la ciudadanía es más exigente y apresurada en que el sistema político responda de manera inmediata a sus demandas y problemáticas que si no son atendidas o respondidas producirán complejas tensiones sociales en el corto y mediano plazo.
La prospectiva política y exigencias ciudadanas no contemplarán espacios holgados, tanto para una instalación normal de un nuevo gobierno ni menos la normal "Luna de Miel" que se produce al inicio de una gestión gubernamental con las fuerzas políticas, económicas y movimientos sociales para generar un "consociativismo" (gobierno inicial de consenso) que es normal en la puesta en escena de todo gobierno debutante. En este caso, al tratarse de una personalidad conocida como lo es la figura de Bachelet que ya fue presidenta y sumado a esto, los propios ejes programáticos de su programa de gobierno y las altas expectativas ciudadanas generadas a partir de los compromisos de campaña, necesariamente se tendrán que alinear y acoplar las huestes políticas que la acompañarán en su segundo mandato para llevar a cabo y traducir religiosamente el programa de gobierno en nuevas políticas públicas que modificarán el actual modelo, como así también, la propia estructura y funcionamiento del sistema político nacional actual.