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Lama tibetano ofrecerá mañana charla en Pto. Varas

filosofía. La actividad se desarrollará desde las 1o horas en el Hotel Solace.
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Por lo general, no es común que un lama tibetano visite nuestra zona, por lo que toda una novedad será la llegada el día de mañana del Lama Tsondus, al Hotel Solace de Puerto Varas, desde estará desde las 10 hasta las 13 horas para ofrecer un curso de filosofía budista tibetana.

La actividad, donde se hablará de compasión y sufrimiento, es traída por el grupo de budismo Sangha de Puerto Vara. "Es para todo el mundo. Van a asistir niños y adultos ya que es para todas las edades. El budismo es para algunos una religión, pero para otros también es una forma de vida. No es exclusivo de nada y de nadie. Todo el mundo puede acercarse a la charla", explicó Selva Torres, integrante de Sangha, quien también precisó que no es necesario tener conocimientos en budismo para participar en la actividad.

Posterior a la charla, el Lama Tsondus se reunirá con los miembros del grupo que lo trae por primera vez a Puerto Varas.

El Lama Tsondus nació en Achinathang - Ladakh, India, en el año 1975.

A la edad de 10 años, Chosrje Togden Rinpoche le cortó el pelo como preparación para su consagración como monje. A los 11 entró al monasterio de Lamayuru, en Ladakh, India.

Estudió filosofía budista desde el año 1989 al 2005 . En 1997 recibió el grado de Acharya, titulo equivalente a un MA degree. El año 2002 continuó sus estudios de filosofía por tres años más en el "Dzongsar Institute Research" para altos estudios.

Ha tomado los votos de monje completamente ordenado, de mano de Su Santidad Drikung Chetsang Rinpoche. A solicitud del Centro Cultural "Chamspaling", de Santiago de Chile, en agosto del 2009 fue enviado por Drubpon Chamspa Rinpoche, director espiritual del Centro, como lama residente para nuestro país.

La actividad de mañana es abierta y gratuita para toda la comunidad.

Más de 20 años pasaron para que madre e hija se reunieran

REENCUENTRO. Por circunstancias de la vida, Olga se fue de la casa de su madre, quien quedó al cuidado de sus hijos. La mujer nunca más supo de sus pequeños.
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Con la mirada triste y los ojos húmedos, se encontraba Olga Rivera (45). Al principio estaba tranquila, pero después rompió en llanto cuando vio a su hermana Ruth, a quien no conocía, y luego a su hija Teresa (26) que la dejó de ver cuando tenía un poco más de un año.

Olga miraba con ternura a su hija y hermana, no las quería soltar y las abrazaba fuerte. Nunca pensó que las volvería a ver. Lo más curioso es que todas viven en la actualidad en Puerto Montt.

Pese a no querer revelar el trasfondo de la separación con su hija, haciendo referencia a que sólo se trataba de un problema familiar privado, luego se conoció que hace más de 20 años cuando ella tuvo a sus dos hijas muy joven, su madre la echó de la casa y por esta situación nunca más supo de sus pequeñas.

Pero la vida no sólo la apartó de sus hijos, sino que también de su hermana Ruth, a quien no conocía, ya que su padre se la llevó al separarse de la madre de ambas.

LA DISTANCIA

Teresa Marín cuenta que siempre tuvo deseos de conocer a su madre y pese a pedir ayuda en otras unidades policiales, nunca tuvo respuesta hasta que llegó al suboficial Víctor Navarro.

"Hace como dos meses le conté mi historia al suboficial Navarro, porque tenía ganas de conocer a mi mamá. Yo me crié con mi abuela materna, somos tres hermanos que quedamos a cargo de ella. A mi abuela no le gustaba conversar cuando le preguntaba y uno trataba de hilar y formarse una historia, pero nunca me dijo nada", confiesa.

Teresa relata que conoció a su tía Ruth hace como tres años: "Ella se separó de niña, se fue de la casa de mi abuela, porque como se separaron con el abuelo él se la llevó. Yo conocía a mi tía porque buscó a mi abuela".

Teresa y Olga coinciden en que ahora empezarán a conocerse, porque se sentían como dos desconocidas. "Los sentimientos se van a formar de aquí en adelante", señalaba.

"Yo como mamá de Teresita sé por qué nos separaron y lo relacionado con mi hermana Ruth no sé porque nos apartaron; de hecho, ni siquiera recordaba que ella existía... Trabajé desde muy joven para poder sobrevivir. Hace como tres años que regresé de Santiago. Ni siquiera imaginaba como era mi hija y mi hermana que nunca conocí. Me devolvieron la felicidad que no tenía", cuenta Olga, entre lágrimas.

Mientras que Ruth agrega que "doy las gracias por este momento maravilloso. Yo sabía que tenía otra hermana y que algún día la iba a encontrar. Siempre la tenía en mente, porque me falta una parte de mí que era ella y hoy día tengo a mi otra mitad".

"Dios se encargará de juzgar a las personas que nos separaron y nos hicieron daño tal vez en el pasado", sostiene Olga.

Más del mil reencuentros familiares

El suboficial Víctor Navarro cuenta que en estos últimos 16 años ha logrado reunir a 1.434 familias. "Aquí llegó Teresa en el mes de agosto para poder saber la historia de su mamá. También le encontré a otra hija en Villa Alemana (Región de Valparaíso), pero lamentablemente no pudo llegar por problemas económicos, pese a que tenía muchos deseos. Olga cree que la echaron de la casa por ser mamá muy joven".