La comunidad y el general Nabih Soza
Frustración y tristeza causó en la gente el anuncio del traslado del jefe de la Décima Zona de Carabineros, general Nabih Soza.
Una sensación mezcla de frustración y tristeza invadió a la población puertomontina, al conocerse el anuncio del traslado del jefe de la Décima Zona de Carabineros, general Nabih Soza Cárdenas, a la Región de La Araucanía.
No podía ser otra la reacción ciudadana, tratándose de un oficial que -por su admirable calidad humana y vocación de servicio- se ganó un profundo cariño de la gente en todos los estratos sociales y, especialmente, en los sectores vecinales, hasta donde solía llegar para coordinar personalmente una mayor seguridad en las poblaciones, conociendo de primera fuente las inquietudes populares frente a la lacra delincuencial. Además que siendo nacido en Maullín y habiendo laborado cuatro años consecutivos en el liderazgo policial desde Puerto Montt, junto a una constante vinculación con la zona en su trayectoria, esto incrementó aún más los lazos afectivos del carabinero y su comunidad.
Por eso es que, de manera generalizada, al requerir El Llanquihue las impresiones por el alejamiento del general, el sentimiento unánime de los entrevistados fue de sorpresa, desconsuelo y preocupación. Les costaba creer que se quedarían huérfanos de su querido protector y amigo, quien los visitaba periódicamente, dialogaba con ellos, atendía solícito sus requerimientos e iba implementando paulatinamente las más adecuadas soluciones de protección, así como también las de eficiente prevención.
Y tampoco fue extraño el cada vez más eficaz funcionamiento del Plan Cuadrante, a través del acercamiento de Carabineros a la población, entre otras iniciativas favorables a la seguridad ciudadana que se han hecho notar en los últimos años.
De la mano del general Soza, la noble y valerosa misión de Carabineros ha resplandecido, sin duda, en nuestra zona. Meritorio y abnegado servicio, que los puertomontinos y sureños, en este momento especial, reconocen y agradecen emocionados, conscientes del sacrificado y generoso deber policial tan idealmente encarnado en el oficial que se aleja.
No dudamos que su sucesor, el general Eduardo Weber Vejar, que hace 10 años fue comisario en Puerto Montt, será un digno heredero del afecto y admiración tan bien ganado por el general Nabih Soza, a quien auguramos pleno éxito en su nuevo desafío.