Tras la publicación en el Diario Oficial el pasado 6 de julio, declarando el barrio histórico de Frutillar como Zona Típica, hoy los vecinos trabajan en la puesta en valor de su patrimonio.
Kristina Sams, presidenta de la Junta de Vecinos de Frutillar Bajo, cuenta que están desarrollando diversas iniciativas para que los habitantes, agrupaciones e instituciones, tomen en sus manos la buena gestión y puesta en valor de este patrimonio.
En este contexto, ya realizaron un seminario y esperan continuar con más actividades de difusión, para las cuales cuentan con la asesoría del arquitecto Pablo Moraga, quien desarrolla un proyecto similar con casas patrimoniales en Puerto Varas.
"Con la Junta de Vecinos estamos trabajando en darles herramientas a los propietarios para sacar provecho de este reconocimiento patrimonial y empezamos a realizar algunos talleres, donde invitamos a los propietarios para contarles de los distintos fondos que hay para mejorar las casas y que se han implementado en la región", detalla el arquitecto.
Moraga añade que desde hace unos 5 años que el Estado ha ido implementando una serie de fondos públicos, a los que los propietarios pueden postular para el mejoramiento de las casas patrimoniales.
Con respecto a la recepción de los vecinos, Moraga señala que "es un tema difícil, porque el tema patrimonial no es muy conocido, hay mucha desinformación y hay que motivarlos".
normativa
En paralelo a este trabajo de capacitación, la Municipalidad de Frutillar está generando los lineamientos de la Zona Típica, para crear una normativa interna al respecto.
"Contamos con una mesa técnica de trabajo, que está conformada por arquitectos del Consejo de Monumentos Nacionales, del Ministerio de Vivienda y nosotros como la Municipalidad, y dentro del equipo está el administrador municipal y yo como director de Obras, que los dos somos arquitectos", cuenta Rodrigo Ampuero, director de Obras del municipio.
Ampuero explica que el trabajo consiste en generar un reglamento de lo que se puede y no se puede hacer con estos inmuebles, basado en una arquitectura colonial alemana.
"Hoy las carpetas que ingresan a la Dirección de Obras, sea por edificación, modificación o alteración de un proyecto, esas carpetas van primero al Consejo de Monumentos Nacionales. Una vez revisadas, llegan con visto bueno del Consejo y nosotros acá las aprobamos u observamos. Entonces, para evitar ese trámite que se demora 3 ó 4 meses, se hace un reglamento interno y con ese en la Zona Típica los permisos se otorgan en forma directa en la Dirección de Obras, pero regidas por este reglamento", puntualiza el arquitecto de la Municipalidad.
Moraga espera que este trabajo esté listo para el mes de febrero del 2014: "Se demora de 4 a 6 meses su ejecución".