Ser vocal de mesa
El día 17 de noviembre, como todos sabemos, se realizaron las elecciones presidenciales y parlamentarias, incluyendo ahora la elección de consejeros regionales.
Sin embargo, voy a dejar de lado los resultados que otorgaron las elecciones y la baja participación electoral que hubo el domingo pasado, y me voy a concentrar en la labor cívica que yo misma realicé: ser vocal de mesa.
Año a año, los vocales de mesa y la importante (aunque tediosa) tarea que desempeñan son dejados de lado. Sin embargo, no pude disimular mi sorpresa cuando, al día siguiente, vi en las noticias como un ciudadano reclamaba contra su labor ineficiente y lenta. No puedo evitar preguntarme si ese hombre ¿ha sido vocal alguna vez? ¿Sabe lo que tiene que hacer un vocal de mesa? ¿Sabe cómo se organiza la mesa? ¿Sabe que tenemos que estar desde antes de las ocho de la mañana y muchas veces hasta pasada la medianoche? ¿Sabe que no tenemos tiempo para almorzar y apenas para ir al baño? Probablemente, no. Y si es que lo sabe, dudo mucho que lo tenga en consideración.
Ser vocal de mesa no es fácil. Son muchas las responsabilidades que se tienen sobre los hombros. Son muchas las tareas a llevar a cabo, especialmente una vez cerrada la mesa.
Por ejemplo, es deber del presidente (en mi caso, yo) y el secretario firmar cada uno de los votos antes de abrirlos, o eso es lo que establece la ley. En mi mesa, asistieron sólo 63 personas a sufragar, de un total de 334, así que apenas firmamos el veinte por ciento de lo que deberíamos haber firmado. Sin embargo, sólo con eso ya son más de doscientas firmas, por no hablar de cada sobre que debe ser firmado y cada tabla que debe ser rellenada. Y créanme cuando digo que no son pocos. Por eso, le pido a las personas que sean conscientes de la indispensable labor del Vocal de Mesa y, por lo mismo, tengan consideración, especialmente en aquellas mesas donde votan sobre trescientas personas. En este caso, le recomiendo al señor que reclama contra los vocales, que para las próximas elecciones se proponga como voluntario. A ver qué tal le va.
CLAUDIA ERNST CORTÉS.
Cambia Matthei
El populismo fracasó para Matthei. Obviamente ganó muy pocos votos por hablar sobre beneficios del pre y post natal, molestar a los papás con reglas difíciles de pensión alimenticia, ser débil con el aborto y la lesera de crear trabajos con sueldos mayores para mujeres. Ella tiene que cambiar su estrategia para ganar votos de los derechistas que no quisieron votar de nuevo por un candidato populista. Socavó y erosionó su base derechista. Entonces, Evelyn, ponte un nuevo sombrero que demuestre que realmente eres de Derecha.
Dile al mundo que estudiarás el tema de soltar a los prisioneros militares, injustamente encarcelados, e investigarás a los terroristas izquierdistas que mataron a centenares de carabineros y militares, pero nunca han estado en la cárcel por sus crímenes. Dile también que serás una Presidenta superior a Bachelet, porque implementarás más regulación de mercado, en vez de estatal, te opondrás al aborto y eliminarás la relación entre el Estado y el matrimonio. Sé valiente e implementa ideas innovadoras como homeschool (reportaje extensivo recientemente presentado en TVN), que permita a los padres evitar el uso de escuelas públicas. Transfórmate en la reina de las privatizaciones de Registro Civil, CODELCO, ENAP, etc. Sé fuerte en contra de semillas Monsanto y molestias como FATCA. Reemplaza el Banco Central con un sistema de banca libre parecido al sistema bancario chileno que hubo entre 1862 y 1879. Empieza una política alodial para bienes raíces y exenciones tributarias que faciliten poblar las zonas extremas del país.
El chileno común y corriente puede ver claramente que el entorno de su ciudad, su calidad de vida, su sueldo y oportunidades para trabajar, la imagen de su país desde el extranjero, las soluciones del mercado para pensiones (AFP) y carreteras privadas, funcionan bien. Explota esta realidad, Evelyn, y dile a la gente que harás más de lo mismo y otras cosas innovadoras que no han visto antes. El mercado es el amigo de la gente mientras el Estado poco sirve. Confiar en las vanas promesas de la izquierda es tan confiable como un caballo cojo en un camino de piedra. Destácate Evelyn. Sé derechista verdadera y muéstranos la ruta de prosperidad, empleo, mayor PIB y menos pobreza, diferenciándote de Bachelet que sólo sabe meternos en el pantano intervencionista. Con ésto, feliz estaré de votar por ti.
JOHN COBIN, Ph.D. (Public Policy) Académico Facultad de Economía y Negocios Universidad Andrés Bello.
Jueces
¿Podrá Chile importar unos pocos jueces españoles?
MIGUEL HUERTA MARÍN.