Voto a voto en el edificio de Chile
Los comicios de hoy nos dan la oportunidad de construir -voto a voto (ladrillo a ladrillo)- el Chile que queremos.
Para todos los chilenos con derecho a voto, incluyendo a los puertomontinos y a los habitantes de nuestra provincia y región, se presenta hoy la oportunidad más ideal y propicia para constituirse en efectivos primeros protagonistas de la edificación del Chile venturoso, soberano, justo y próspero que tanto reclamamos, a través de la emisión del sufragio responsable en las elecciones presidencial, parlamentaria y de consejeros regionales que se realizan en este histórico 17 de noviembre de 2013 en el territorio nacional.
Ciudadanía habitualmente insatisfecha, reclamante, fiscalizadora, proponente, hoy es la ocasión para que -voto en mano- le responda a la patria decidiendo las autoridades que quiere que conduzcan sus destinos en un marco de plena libertad y democracia. Y donde, por sobre todo, prevalezca la convicción de servicio al bien común, más allá de todo partidismo e interés que no sea en beneficio del conjunto. Y teniendo por único norte sólo contribuir a los ideales de grandeza de la patria, para que sus hijos crezcan y se desarrollen -unidos- en un ambiente de paz, respeto, diálogo, solidaridad, justicia, oportunidades y emprendedora visión de futuro.
En esta crucial jornada eleccionaria, en que está en lid el porvenir de nuestro país, nadie debe restarse o permanecer indiferente. Cada voto es vital e indispensable para asegurar la construcción del país que soñamos. Y que, por sobre todo, nosotros mismos queremos y podemos levantar con nuestra propia intervención, que precisamente parte concurriendo durante el día de hoy a las urnas electorales para expresar allí cuán grande es el amor a Chile, seleccionando maduramente y en conciencia a aquellos líderes en verdad dignos de esa sagrada confianza ciudadana.
Que la primera sorpresa de estos comicios 2013, sea la gigantesca votación registrada y a través de la cual no quede ninguna duda que las autoridades que se elijan son las que, de corazón, realmente desea tener como guías el pueblo chileno.
No dudamos, tampoco, que el espíritu cívico siempre ejemplar de la población -cuya normal desempeño resguardan las Fuerzas Armadas y de Orden- será una vez más una gran lección que imitar.