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Siguen las diligencias de la policía para aclarar sustracción de boyas

INVESTIGACIÓN. La SIP de Carabineros habría establecido el lugar de acopio, pero aún falta determinar quiénes están involucrados en un presunto delito.
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Efectivos de la Sección de Investigación Policial (SIP) de Carabineros continúan desarrollando una serie de diligencias, lo que hasta ahora ha dado resultados positivos, ya que habrían ubicado el supuesto lugar de acopio de boyas, las que serían sustraídas desde los centros de cultivos de la zona.

Hasta el momento, no hay personas detenidas, pero sí algunas individualizadas que podrían estar involucradas en un hecho delictual, lo que será determinado con las indagaciones que se encuentran en pleno desarrollo.

Gracias a una denuncia interpuesta el 5 de noviembre por apropiación indebida, donde se acusaba de la sustracción de boyas desde los centros de cultivos de choritos en el sector Costero, se abrió una arista importante para la SIP de Carabineros, quienes lograron descubrir un camión cargado con 170 boyas que fueron incautadas, de las cuales 109 fueron reconocidas por empresas afectadas.

De este modo, comenzó una investigación del Ministerio Público, a cargo del fiscal Rodrigo Tejos. "Me comunicaron en el turno que una persona que laboraba en una empresa Salmonera habría identificado un camión que trasladaba unas boyas que él reconocía como propiedad de su empresa. Se fiscalizó y tenía 170 boyas, algunas tendrían rótulo que correspondían a la empresa del denunciante", expuso.

Al preguntarle al chofer sobre las especies -detalla el persecutor- sólo dijo que debía trasladarlas a un destinatario, concurriendo de inmediato los policías de civil de Carabineros para establecer si existía documentación del conductor para justificar la tenencia de las boyas, así como verificar si habían denuncias previas.

"Hasta el momento, lo que hay es el reconocimiento de representantes de empresas que aseguran ser propietarios de las boyas, pero sobre cómo fueron obtenidas éstas, hay versiones encontradas", dice Tejos.

Existen testimonios de que las boyas fueron halladas flotando a la deriva y amparadas por una disposición legal, si así ocurriere. Pero, además, el mandante del flete tenía un contrato de haber adquirido dicho materiales de un tercero, pero hay que aclarar cómo el vendedor obtuvo las boyas.

Familias que han vivido más de 15 años en el vertedero tendrán su casa propia el 2015

ALEGRÍA. Se organizaron y crearon un Comité de Vivienda con el apoyo de la Gobernación. En el sector de Cardonal serán emplazados estos vecinos que dejarán atrás una vida llena de sacrificio en un lugar rodeado de basura y malos olores.
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Al recorrer el vertedero municipal de Lagunitas, el panorama es desolador. Basura por toneladas, perros vagos, desechos por doquier, gaviotas y jotes, es parte del día a día de más de 20 familias que viven en este lugar. No hay olores putrefactos, como en el verano, pero sí un ambiente pesado de contaminación.

Mientras continuamos la marcha, junto a un gráfico que con su cámara congela las imágenes que algún día serán historia para estos moradores, visitamos las chozas cubiertas con bolsas de nailon, cartón y madera, que con gran sacrificio han sido construidas. Al conversar con la gente, nos damos cuenta que están esperanzados y ansiosos. Y no es para menos, pues según cuenta Dorila Slugie Villarroel -vicepresidenta del Comité de Vivienda-, el 2015 las 25 familias que han vivido más de 15 años en este lugar tendrán por fin su casa propia. "Significa mucho para nosotros, porque hay mucha gente que estuvo en otros comités por años y se tuvieron que salir, porque no les entregaron casas. La Intendencia y Gobernación fueron los que más nos apoyaron", dice Ana.

La mujer que está junto a Dorila expresa su molestia contra el municipio, pues aseguró que invitaron a los alcaldes y nadie los escuchó para tener una solución habitacional. Sólo gestionaron matrículas para los niños, a quienes les entregaron útiles escolares.

UN SUEÑO

Según cuenta Dorila, en un primer momento había ideas de la gente, pero no se podían organizar. Hasta que un día, en octubre de 2012, le comentó a su vecino Álex Aburto -presidente del comité- que su hija no tenía posibilidades de postular a una casa, ya que no aceptaban a más personas en un Comité de Vivienda.

"Él me dijo que podíamos formar un comité y ahí empezamos. Él se encargó de hacer todos los trámites y yo me encargué de hablar con las autoridades. Fui donde el gobernador para pedir apoyo y me dijo que no había ningún problema. Ya en diciembre estaba todo legalizado. Ahora tenemos todo listo", revela. Una vecina, que prefiere omitir su nombre, sostiene que lleva 10 años ahí. "Tener una casa es bueno, porque ya no vamos a estar aquí. Para nosotros igual es un lugar de trabajo", anota.

Ana recuerda estos años de vida en el vertedero, mientras mira a su alrededor. "Es muy sacrificado en invierno. Las casas están con nailon y en el invierno hace mucho frío, mientras que en el verano se quema con el calor. Además del olor", comenta. Las familias cuentan que entre fines de 2014 y comienzos del 2015, tendrán sus casas.

CARDONAL

Al encontrarme con otras personas en el camino, detallan que las familias contaron con el apoyo de la Gobernación y la Intendencia para juntar $250 mil.

Las autoridades invirtieron más de $2 millones, según el gobernador de Llanquihue, Francisco Muñoz, quien también quedó atónito al conocer de cerca la realidad de las familias. Recuerda que recibió a Dorila y el nerviosismo de la mujer era porque iban a cerrar el vertedero en algún momento y ella iba a perder su fuente laboral. "Nos llamó mucho la atención. Cuando fuimos, junto al Fosis y el Serviu, nos partió el alma ver cómo vivían", reitera.

Y sostiene que en el primer catastro del Serviu no estaba considerado Lagunitas, situación que se revirtió. "Pudieron optar a las viviendas que se van a construir en Cardonal. Así podrán quedar cerca de su núcleo social". A juicio del gobernador, ha sido una política muy seria para abordar el problema de los campamentos.

Así las cosas, muchas familias cambiarán no sólo su casa con pisos de tierra y paredes endebles, sino que también el patio que, por ahora, sigue siendo el vertedero municipal, donde juegan los niños que con sus rostros y sus risas llenan de alegría este lugar tan sombrío.