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Basquetbolista y experto en hipnosis revela los principales pecados del deportista chileno

nostalgia. El psicólogo deportivo Víctor Sforzini, que defiende los colores de Villa Alemana en el Maxibásquetbol, asegura que el problema de los nacionales viene de la cabeza.
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Cuando el campeonato de Maxibásquetbol se encuentra ad portas de cerrar el telón, en los gimnasios aún es posible encontrar personajes que no sólo fueron figuras en los cestos nacionales, sino que se destacan en otras áreas como la psicología del deporte.

Un ámbito que en Chile cuenta con profesionales que son contados de la mano, como es el caso de Víctor Sforzini, quien además es terapeuta familiar, comentarista deportivo de la Radio Santiago y que defiende los colores de Villa Alemana en la serie 60 años.

Pero su principal gracias es la hipnosis deportiva, atributo que lo ha hecho asesorar a destacados técnicos y en importantes clubes de Sudamérica. "Trabajé en Cali, Colombia, apoyando entre otros al "Pibe" Valderrama, quien en esa época fue elegido el mejor jugador de América, además del "Mortero" Jorge Aravena, quien logró en 1986 el "Botín de Oro", asegura Sforzini, quien trabajó con ambos durante su permanencia en el país cafetero.

- Víctor, ¿cómo funciona la hipnosis deportiva en un deporte como el fútbol, por ejemplo?

-Lo primero que uno debe hacer es viajar con los jugadores, concentrándose con ellos y asegurando eliminar la angustia precompetitiva, sobre todo de los partidos importantes, lo que significa hipnotizar a los jugadores para duerman bien, para que no sufran de insomnio.

Después hay un trabajo colectivo, de meterse ciertas sujeciones para la fortaleza grupal y, también, enfocándose en un trabajo individual, por ejemplo, con los arqueros para que atajen de una manera y lo mismo para los defensores y mediocampistas para que lo hagan de un forma distinta, inculcándoles ciertos modelos de creatividad, marca y agresividad. Lo que me ha dado réditos con técnicos como el "Zorro" Álamos, el "Clavito" Godoy y Luis Santibáñez, así como con otros deportistas de nivel como Martín Vargas.

- Para los jugadores, en la cancha la idea es entregarle tranquilidad, concentración, seguridad en ellos mismos, manejo de las situaciones.

- Hay un cambio de mentalidad evidente, muchos nos sumamos a este trabajo para aportar a un nuevo discurso, para decir que nuestra mentalidad es perdedora y culpamos a factores externos de nuestras derrotas.

- Entonces, ¿ qué pasa hoy?

-Descubrimos que el problema nuestro no era una cuestión física ni técnica ni de alimentación. En algún momento dije que nosotros no le debíamos a Marcelo Bielsa la clasificación de Chile, sino que él nos debe a nosotros. Para mí, es un tipo fracasado, al revés de lo que todos digan, porque es capaz de entrenar 24 horas y no le ha ganado a nadie de verdad. Pero sí nos hacía falta alguien que ordene tácticamente, pero esto mismo lo hizo Jorge Sampaoli con los mismos jugadores.

-Efectivamente y sería muy positivo que aparecieran más para dejar una huella.