El valor de la democracia
"Mundial de Fútbol Sub 17 de 2015 es uno de ellos. Un desafío que hay que asumir, yendo tras la sede, por la proyección al mundo que dará a Puerto Montt""La democracia está para cambiar a los que no han cumplido..."
Ad portas de concluir otra campaña electoral, inédita en nuestra historia democrática, ya que somos dueños de cuatro votos, habría que evaluar algunas propuestas que han sido poco consideradas, ya que muchos van por lo más inmediato y populista.
Candidatos presidenciales, algunos sin posibilidad alguna de ir a un repechaje, se han limitado a enumerar latosamente un "rosario" de calamidades que sufriría nuestro querido país, como si estuviéramos en un caos profundo.
Siempre habrá carencias, y para superarlas hay que aplicar políticas serias y honestas.
Cuando llegamos a nuestros hogares e imprevistamente no hay energía eléctrica o agua potable, nos afligimos y sólo entonces valoramos esos servicios básicos.
Así, cuando perdimos la Democracia y vivimos por dos décadas en dictadura, valoramos lo que es ser libre.
Que nadie golpee nuestras puertas a medianoche para martirizarnos.
Democracia es lo valioso que debemos cuidar, perfeccionar y conservar.
Con demagogia y berrinches no se progresa.
Mis amigos del prestigioso Centro para el Progreso recuerdan que hace dos años se reunieron más de 40.500 firmas exigiendo la reposición del tren al sur (Tótila Lintz lo hizo).
Chile necesita una vía férrea de calidad que nos una desde Arica mismo.
Nosotros, los de este sur profundo, nos sentimos como abandonados. Peor aún cuando nuestros representantes al Congreso son foráneos y los contactamos sólo en épocas electorales. Pagamos peajes y gasolina carísima si queremos acceder a la capital del país.
¡Qué decir los fines de semana largo y vacaciones, cuando las empresas de buses interurbanos triplican sus valores! Y los usuarios son los más pobres, porque los demás viajan en avión o vehículos propios.
Podría recordarles a nuestros lectores muchísimos otros anhelos y proyectos inconclusos, de los que haríamos partícipes a nuestros futuros representantes.
Para eso está la democracia, para cambiar a los que no han cumplido y mantener a los responsables.
¡Es tarea de todos la cosa pública!
Nuestro deber es sufragar, participar, lo que nos da autoridad moral para criticar y condenar lo deficiente.