"Proyecto Inocentes" sigue sumando historias de dolor e injusticias
TESTIMONIOS. Grace Aguayo estuvo cerca de un mes en la cárcel de Alto Bonito por un delito donde no tuvo participación y, por ello, fue dejada en libertad. Su caso es uno de los tantos que serán incorporados en la iniciativa de la Defensoría Penal Pública, que busca reparar en parte el daño causado ante la sociedad.
Grace Aguayo se sienta y está más tranquila. La justicia le dio la razón. Hace algunas semanas, el Tribunal de Garantía de Puerto Montt decidió sobreseer definitivamente su caso por inocencia, gracias a los argumentos de su abogado defensor, Jorge Matzner, que desde un comienzo sostuvo que ella no tuvo ninguna participación en el homicidio de Ricardo Monroy Lara en el sector de la Costanera el 29 de marzo de este año.
A esta mujer, madre de un joven de 20 años, sólo le quedó el amargo sabor de haber estado injustamente privada de libertad en la cárcel de Alto Bonito cerca de un mes, con todo el estigma que esto conlleva ante la comunidad. Esta semana los antecedentes del caso de Grace Aguayo fueron enviados a la coordinadora general del Proyecto Inocentes de la Defensoría Penal Pública. Dentro de las próximas semanas serán evaluados por el Comité Editorial. Las exigencias requeridas por el comité, para la aprobación de un caso, son, por ejemplo, que haya quedado establecido el error que vició la investigación o que exista una prueba exculpatoria que dé cuenta de la inocencia de la persona que fue imputada.
LA COSTANERA
Grace es oriunda de Santiago y hace ocho años que vive en Puerto Montt. Recuerda que el día del crimen estaba con su pareja, Javier Canales, un conocido -que es Carlos Lavín (apodado "El Gato")- y la víctima, bebiendo ron en la Costanera. Este último le tocó el trasero y se armó la brutal golpiza que terminó con su vida.
La mujer dice que Lavín no dejaba de agredirlo, incluso, ella se tiró encima del afectado para impedir que le sigan pegando. Como sufre de depresión, le pidió a su pareja irse del lugar, aunque asegura que nunca pensó que Monroy fallecería a las horas después. Su pareja y "El Gato" están en la actualidad en prisión preventiva acusados de homicidio.
Retrocede en el tiempo y recuerda cuando estuvo en la cárcel injustamente: "Me desilusioné de la justicia, porque estaba encerrada en un cuartito y lo único que hacía era pensar. Fue horrible. No tenía comunicación con nadie ni siquiera podía hablar con mi mamá. Además, perdí mi trabajo y hasta el día de hoy me ha costado encontrar una fuente laboral. En Puerto Montt ese es el problema, de que mi nombre ha salido varias veces, pese a que yo fui inocente, pero por el hecho de haber estado presa un mes no me dan trabajo".
-Así es. Aunque una salga mil veces y sea inocente, por el hecho de haber estado en la cárcel, no hay posibilidades.
-¿En quién recae la responsabilidad?
-En la Fiscalía que no toma los antecedentes reales. La fiscal me dijo si tú culpas a alguien, yo te ayudo, sino, yo te hundo.
-¿Cómo te afectó todo esto?
-Mi mamá se enteró, a través del diario en internet, y se tuvo que retirar de su trabajo, mi hijo también cayó en depresión. De verdad hay gente presa que es inocente y no hay cómo recuperar lo que se perdió. Me tuve que ir a Santiago alrededor de un mes, donde está mi familia. Ahora estoy en Puerto Montt y tratar de empezar de nuevo.
EL TAXISTA
EL TAXISTA
El año 2012, Enrique Martínez, un taxista informal, fue absuelto por la justicia, luego de pasar 9 meses en prisión preventiva acusado de traficar 30 kilos de marihuana.
La defensora local jefe de Osorno, María Soledad Llorente, dijo que "mi representado no participó en el delito que la Fiscalía le imputaba. Él solamente condujo su taxi luego de que uno de los coimputados lo contratara para hacer una carrera desde Valdivia a Cunco (Región de La Araucanía), pasando por Osorno a recoger a dos amigos. Por este trabajo le pagaron $150 mil. Dos semanas después, fue nuevamente contactado para recogerlos en el terminal de buses de Valdivia y fue detenido por la PDI".
La defensora agregó que el obrero conocía a uno de los otros imputados a quien trasladaba durante las noches luego de que salía de lugares nocturnos. "Este era el único contacto que Enrique Martínez tenía con las personas que fueron condenadas por tráfico de drogas. Estas últimas estaban siendo investigadas y tenían sus teléfonos celulares intervenidos, ya que la PDI sospechaba que traerían droga desde Argentina", explicó la defensora.
El taxista contó que estos 10 meses fueron muy complicados debido a que no pudo ver a su familia, ya que su conviviente -y madre de sus hijas de 17 y 11 años de edad- lo abandonó un mes y medio después de que fue encarcelado.
"Mi mujer no soportó esta situación y me abandonó. Le dijeron que yo estaba metido en la droga y que iba a pasar varios años en la cárcel; por eso terminó conmigo, eso fue lo peor de todo esto. Lo único claro es que se me hizo mucho daño en este caso", relata.
LA MADRE
Un hecho similar vivió Patricia Quintul, quien pasó en la cárcel un año y seis días, antes de que los jueces del Tribunal Oral de Osorno la absolvieran de los cargos con los que la Fiscalía la acusaba como autora de un homicidio.
El Tribunal Oral en lo Penal de Osorno determinó que no existían pruebas suficientes para concluir, más allá de toda duda razonable, que Patricia Quintul había causado la muerte de Hardy Carrasco Antilef, en un hecho ocurrido el 19 de septiembre de 2010, durante una pelea entre vecinos del sector de Rahue, en Osorno.
Según la acusación efectuada por el Ministerio Público, Patricia Quintul habría estado junto a su hijo, Percival Jaramillo Quintul, cuando éste le disparó a Hardy Carrasco, supuestamente en venganza por golpear a un adolescente. Además, la Fiscalía presentó como testigos a familiares de la víctima, quienes la habrían escuchado cuando le ordenó a gritos a su hijo que disparara a la víctima.
"Fue un caso complejo. Sabíamos que ella no debía estar en prisión preventiva, ya que no era autora de la muerte de la víctima. Por este motivo, en varias ocasiones solicitamos la revisión de su medida cautelar, para lograr que se le aplicara una menos gravosa. A pesar de que nuestra solicitud fue acogida en el Tribunal de Garantía, dos veces la Corte de Apelaciones de Valdivia la revocó, manteniendo a la imputada en prisión preventiva", explicó su defensor Cristián Rozas.
Los magistrados condenaron como autor de homicidio simple al hijo de la mujer. En su resolución dijeron que "estos jueces han adquirido convicción, más allá de toda duda real, razonable, que únicamente de las personas que fueron acusadas, sólo el enjuiciado Persival Jaramillo Quintul participó de un modo inmediato y directo en los hechos".
"No tenía comunicación con nadie, ni siquiera podía hablar con mi mamá (en la cárcel). Además, perdí mi trabajo y hasta el día de hoy me ha costado encontrar una fuente laboral".
Grace Aguayo.
Acusada injustamente
por homicidio.