El volante chileno de Palmeiras, Jorge Valdivia, quedó en la noche del martes suspendido para la próxima fecha del Brasileirao B y los medios locales lo acusaron de buscar la tarjeta amarilla para sumarse pronto a los trabajos de la selección nacional, que arrancan el lunes 7 de octubre, para enfrentar a Colombia y a Ecuador, en los últimos duelos por las clasificatorias al Mundial del 2014.

"No forcé la amarilla. Nunca busqué golpear al rival, él venía en mi dirección pese a que intenté evitarlo. Mi reacción de rabia demuestra que quería jugar el sábado. Además, recibí un golpe en la mandíbula que me tiene con mucho dolor", dijo el "Mago".

En Río se insiste en que el Flamengo quiere sumar al chileno. "Es una posibilidad que cualquier jugador de Palmeiras puede ser negociado. No existe ningún jugador que sea innegociable.

Dependerá de que sea una buena propuesta para el jugador y el club", respondió el presidente de Palmeiras, Paulo Nobre.

El supuesto miedo con que enfrentan algunos jugadores de Colo Colo sus partidos, como declaró el lunes el volante paraguayo Fabián Benítez, incomodó al plantel albo.

"Creo que (Benítez) se equivocó en la apreciación. Es normal tener un poquito de nerviosismo, tensión, pero eso se va quitando. Si hay un jugador que tiene miedo no puede estar aquí", respondió ayer el delantero Nicolás Canales.

El atacante concedió en que lo que afecta a Colo Colo es "un tema psicológico más que futbolístico", pero insistió en que están "trabajando bien" y en "doble jornada para tratar de salir del decimosexto lugar de la tabla, a dos puntos del colista Huachipato.

Ayer el delantero Mauro Olivi fue consultado por los dichos de Fabián Benítez. El argentino negó a radio Cooperativa que saliera con miedo a la cancha o a la calle por la presión de la hinchada. "Por qué, sino estoy robándole a nadie", inquirió.