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Participando en el desarrollo turístico

Planificar el desarrollo turístico de Puerto Montt, con los puertomontinos, es la mejor fórmula para avanzar en este rubro.
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Todo lo que sea planificar para un más eficiente, seguro y sostenido progresar de Puerto Montt, en mutua coordinación y apoyo de los servicios ministeriales, municipales e institucionales, -y más aún con la participación ciudadana-, será siempre la fórmula ideal para ir construyendo el presente y el futuro de nuestra capital regional.

En esa dirección marcha, plausiblemente, el Plan de Desarrollo Turístico local, Pladetur, actualmente en elaboración a través de la Universidad de Los Lagos, con la fundamental intervención de la comunidad puertomontina, cuyas impresiones, opiniones y sugerencias se están recogiendo con mucho interés por los ejecutores de esta bien inspirada planificación en torno al potenciamiento de la industria turística de Puerto Montt. Uno de los principales pilares del despliegue socioeconómico regional.

Siendo el principal y evidente recurso en este rubro el sello marítimo, de naturaleza e incontaminado ambiente tan propios de nuestro puerto, resulta obvio esforzarse en fortalecerlo en torno a esos singulares atributos. Lo que implica optimizar la conectividad vial; perfeccionar y enriquecer el borde costero tanto hacia Pelluco, que debe transformarse en un gran balneario, como al industrioso Chinquihue; recuperar la tradicionalidad de Angelmó, para que recobre su simbolismo; consolidar el tesoro arqueológico de Monte Verde como su más importante atracción turística-cultural en el plano internacional; tapizar nuestros cerros de estéticos y llamativos miradores, para que el visitante disfrute del maravilloso paisaje marítimo-volcánico-insular que nos circunda; habilitar un gran parque natural en los terrenos del ex puerto petrolero, respondiendo al sentir ciudadano; replicar notables iniciativas como la de tótems informativos turísticos adornando la ciudad; desarrollar los barrios patrimoniales puertomontinos, como el de Huasco, cuyos vecinos claman esa posibilidad, entre otras innovadoras propuestas como la instalación de transporte no tradicional como los teleféricos.

Sin embargo, el proyecto clave para el despegue del turismo puertomontino, será siempre el desarrollo de la isla Tenglo como el principal centro turístico de la capital de la Región de Los Lagos. Hoy palabras mayores, pero inevitable demanda futura.

Un minuto con Violeta Parra

"Sin embargo, el proyecto clave para el gran salto turístico será siempre desarrollar Tenglo. Aunque son palabras mayores, inevitablemente el futuro lo demandará"."Guardo en mis recuerdos el abrazo sincero de esta mujer con la música en el alma"
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A Violeta Parra, la destacada folclorista nacional, la conocí en una tarde llena de música y en un ambiente folclórico que a ella le gustaba y que apoyaba con su presencia.

Ese día teníamos programado con los alumnos, profesores y apoderados, un concierto coral del conjunto de la escuela consolidada de experimentación de Puente Alto en el gimnasio del establecimiento, el que estaba próximo a iniciar una extensa gira por la zona norte del país.

Grande fue mi sorpresa cuando me informaron que estaban en la primera fila del salón, dos famosas mujeres del ambiente musical chileno, las cuales se pusieron de pie para aplaudir y felicitarnos por las interpretaciones de los jóvenes coralistas.

Estas dos mujeres eran la distinguida Violeta Parra y su hermana Hilda, que con su presencia le dieron prestancia al espectáculo.

Intercambiamos algunos minutos de conversación y con la sencillez que la caracterizaba me ofreció gentilmente su ayuda musical en lo que estimara conveniente.

No la volví a ver nunca más, porque al poco tiempo después fuimos sorprendidos por la triste noticia de su trágica determinación que le costó la vida dejando un legado incalculable de canciones que perdurarán en el tiempo.

Su padre era profesor de música y su madre una mujer campesina que era guitarrera y cantora.

La música fluía como cascada sobre su espíritu y a los 9 años de edad se iniciaba en la guitarra y el canto, y a los 12 años compuso sus primeras canciones justo cuando ingresaba a la escuela normal de Santiago, donde obtuvo su formación de profesora.

Esa calidad pedagógica le sirvió para entregar didácticamente canciones de la vida y costumbres de la gente del campo y de los juegos e ilusiones de los niños de su ciudad natal de San Carlos. Tierra chillaneja que ha ofrecido al mundo grandes artistas, intérpretes musicales y poetas, que nos han dado prestigio a nivel internacional.

Cómo no recordar entonces tan emotivo encuentro musical y guardar en mis recuerdos el abrazo sincero de una mujer que llevaba la música en el alma y que dio tantas satisfacciones a los cultores del folclor nacional.