A través de un convenio que se efectuó entre la Armada de Chile y la de Canadá, desde el año pasado se han estado realizando intercambios entre oficiales chilenos y canadienses, con el objetivo de reforzar las relaciones entre estas dos instituciones armadas.

Como lo explicó el comandante del Buque BRS Slight, capitán de corbeta Francisco Loyola, quien tiene a su mando a uno de los 6 oficiales que fueron transbordados a la zona, "el objetivo de Regulus es que estos convidados aprendan a navegar por los canales del sur de Chiloé, que se impregnen con la cultura de la zona y que asimilen el idioma, todo esto como parte de su instrucción como oficiales navales".

Los 6 marinos norteamericanos permanecerán 4 meses en el país y fueron designados a diferentes unidades navales de la Armada, donde podrán completar su instrucción como parte del programa.

Puerto Montt

En la zona, y embarcado en el BRS Slight (Buque Rescate y Salvamento), el subteniente Jonnathan LaPointe, oriundo de la ciudad de Montreal, y quien lleva poco más de 5 años de servicio en la Real Armada de Canadá, no dudó en aceptar la nominación para ser parte de los oficiales que participarían del programa Regulus.

El menor de dos hermanos y único en su familia que siguió la carrera naval, fue motivado a ingresar a la Marina por sus ansias de conocer otras culturas y tener la posibilidad de navegar por el mundo.

"Uno de las razones fundamentales de mi postulación y posterior aceptación a este programa, fue el hecho de que deseaba aprender el idioma, y en Canadá lo intenté hacer a través de libros y Cds, pero no tuve el éxito que esperaba. Chile es una buena oportunidad para poder hacerlo y sobre todo porque está la presión de que debes aprender para poder sociabilizar y efectuar las maniobras dentro del buque", afirmó Jonnathan.

El subteniente LaPointe, que lleva poco más de una semana en la zona, ya tiene la experticia para poder comunicarse; claramente hay palabras y expresiones que no entiende, pero hace su mejor esfuerzo.

Una serie de complicaciones genera el que buses de distintas líneas y recorridos literalmente se hayan tomado la Costanera (en dirección hacia Angelmó) para estacionar sus máquinas mientras esperan su turno para ingresar al Terminal de Buses.

Fueron los propios conductores los que denunciaron que falta un espacio en Puerto Montt, para que estas máquinas puedan permanecer entre los recorridos, sobre todo los interprovinciales.

Esto, porque hoy deben realizar la limpieza de las máquinas, así como también comer y descansar en el sector que se encuentra camino a la principal caleta de la capital regional.

Sobre esta situación, el gobernador Francisco Muñoz dice que la ubicación de estas máquinas genera la congestión del sector, toda vez que se estacionan en una zona que se encuentra marcada con un letrero de "Prohibido Estacionarse".

Además, le resta de una pista para transitar a quienes se dirigen desde Angelmó al centro por la Costanera, lo que "constituye una situación irregular".

Si bien entre los conductores reconocen que ésto se produce debido a que el sitio que ocupan regularmente no se encuentra disponible por la instalación de las ramadas, la autoridad provincial llama a poner atención en las condiciones higiénicas con que cuentan los choferes.

Otro problema es que ocupan un lugar reservado como parada de taxis colectivos, según acusa Muñoz.

Sin embargo, el gobernador espera contar con una vía más despejada una vez que concluyan los festejos de Fiestas Patrias y, además, anuncia fiscalizaciones en el lugar donde se produce esta "irregularidad".

En el Terminal de Buses, en tanto, indican que no se trata de un problema de esta concesionaria, por cuanto la complicación se genera afuera del recinto y no en el interior.

Entre las causas de que esta situación se haya provocado, aparece el que los buses llegan con mucha antelación al horario de salida desde el rodoviario, por lo que deben esperar en las afueras que les toque su turno de ingreso y salida.

TRABAJADORES

El gobernador Muñoz dice que uno de los aspectos preocupantes tiene que ver con las condiciones laborales de los trabajadores, mientras que la seremi del Trabajo, Andrea Rosmanich, llama a denunciar este tipo de situaciones en la Dirección del Trabajo .

La titular del ramo en la región reconoce que este tema no es algo fácil en algunos casos, debido al trato laboral que realizan los propios choferes con los dueños de las máquinas. Esto se debe a que a muchos de ellos les entregan la máquina a cambio de una tarifa diaria de todo lo que recaude.

En este caso, lo que cuesta es acreditar un vínculo laboral entre las partes, porque hay trato de palabra para el arrendamiento de máquina.

Junto con ello, tienen que asegurar la plata para otros ítems, como el combustible que a diario se requiere, lo mismo que el pago de los peajes.

Sin embargo, hay otros que sí tienen un contrato laboral, por lo que se llama a realizar las denuncias respectivas ante la ocurrencia de anomalías, advierte Rosmanich.

Además, la personera agrega que se supone que el terminal debe tener las condiciones para que el conductor descanse, cuente con servicios higiénicos y consuma alimentos de forma tranquila.

Y si eso no se cumple, tienen que hacer la denuncia correspondiente. En el primero de los casos y aunque es una situación más compleja de solucionar producto que se tiene que acreditar la existencia de un vínculo laboral, es un juez el que finalmente determina la existencia de esta ligazón.