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Mandela

"32 campamentos de pobreza que aún quedan en esta región serán erradicados en un plazo de 3 años, aplicando eficaces experiencias de zonas como Punta Arenas y Valparaíso""Está en las postrimerías de la vida uno de los seres humanos más extraordinarios..."
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Está en las postrimerías de la vida uno de los seres humanos más extraordinarios de la historia toda.No un conquistador como Alejandro Magno o Napoleón sino un conquistador de las propias debilidades humanas y que fue capaz de coordinar e imponer como político, lo más adecuado para su nación: Sudáfrica. Mandela sufrió la opresión de la dictadura más cruel y odiosa que se pueda imaginar. Ningún respeto por los derechos humanos. Vio detenidos desaparecidos por el régimen, a millares. El "Apartheid". Salvó su vida por milagro y estuvo más de 25 años en prisión. En la vuelta a la democracia siendo elegido presidente por el voto popular no desligó la historia en un antes y un después como nuestra "Comisión Rettig". Consciente que su propia gente también había cometido atrocidades por motivaciones políticas; decretó un determinado plazo, para que dentro del cual confiesen todos; blancos del "Apartheid" y negros de las diferentes tribus que conviven en Sudáfrica. Confesando todos dentro de este plazo: Amnistía General. Para gran dolor de Mandela, su propia mujer no confesó su responsabilidad en el asesinato de 10 zulúes, siendo consecuentemente encarcelada. Este acto su hija regalona nunca lo entendió ni se lo perdonó completamente. Mandela reflexionó largamente que lo que a ojos de todos parece justo; en el sentido del que hizo sufrir, sufra a su vez. (La vuelta de la moneda) No es más que venganza disfrazada de justicia. Y conduce a una escalada de daño que no acaba nunca. Mucho le costó convencer a sus propios partidarios de lo acertado de sus convicciones y proceder; no fue fácil. Pero su estatura se impuso. Hoy por hoy vemos a un país, Sudáfrica, ya por mucho tiempo, efectivamente reconciliado y que avanza con paso armonioso por la senda del progreso; a pesar de la extraordinaria heterogénea de su población. Chile antes del 11 estaba al borde de la guerra civil, la población separada entre los "compañeros" y "no compañeros." Cada vez más odio. El MIR abiertamente decía que entre voto y fusil había que escoger el fusil, siendo el señor Altamirano el cabecilla de esta "solución armada". Uno se pregunta: ¿Propiciar una guerra civil, por el motivo que sea, no es acaso gravísimo? Sin embargo, estos señores están absolutamente impunes y declarados héroes, porque se dio vuelta la moneda y sufrieron la venganza de la contraparte. En Chile no se produjo una guerra civil de proporciones inconmensurables como la española, porque las Fuerzas Armadas no se dividieron.

La pobreza, una humillante esclavitud

En este libertario septiembre, se ha conocido la decisión gubernamental de erradicar los campamentos de miseria.
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Este septiembre libertario, esperanzador y optimista, ha sido testigo de la férrea determinación de las autoridades de la Región de Los Lagos de erradicar definitivamente de su jurisdicción los 32 campamentos de extrema pobreza que aún existen en las provincias de Osorno, Llanquihue y Chiloé.

Un trascendente noticia, sin duda, que levanta y reconforta el ánimo de todos quienes anhelamos que nuestros compatriotas que sufren la indignidad de la miseria, logren alcanzar una existencia más normal, libre de padecimientos y con mejores oportunidades de superación, de acuerdo a las expectativas de una sociedad como la nuestra que marcha a paso seguro a un desarrollo cada vez más pleno.

En el Gobierno Regional se ha llegado a la conclusión de que experiencias fructíferas aplicadas en zonas como las de Punta Arenas y Valparaíso, son reproducibles también en la nuestra para acabar de una vez por todas con esos inhumanos y degradantes güettos.

Será menester impulsar y consolidar un convenio protagonizado por el Gobierno Regional, el Ministerio de Vivienda y el Servicio de Vivienda y Urbanismo, con el objetivo de garantizar la posibilidad de ir adquiriendo los nuevos terrenos que son indispensables para los cientos de familias que dejarán los campamentos por una vida mejor y un porvenir más esperanzador. Aunque la tarea no es fácil, sobre todo porque dichos sitios deben urbanizarse con luz, agua y alcantarillado y estando dentro de los límites trazados por los planes reguladores urbanos.

Sin embargo, como ahora destaca la voluntad política que hay por llevar adelante este imperioso proyecto de dignificación social, las familias de estos campamentos confían en que dentro del plazo de 3 años en principio propuesto por las autoridades gubernamentales, podrán hacerse realidad sus más caras aspiraciones de integrarse a una existencia más humana y con posibilidades de progreso.

Este noble septiembre soberano y libertario llegó con muy buenas noticias como la comentada y cuyo tema se refiere precisamente a la determinación gubernativa de acabar, por fin, con la despiadada esclavitud de la pobreza que sigue afectando a más de mil familias sureñas.