El Gobierno argentino dio ayer un paso más en la nacionalización de la red ferroviaria del país al decretar el traspaso a manos del Estado de los servicios prestados en dos líneas de tren en Buenos Aires.
A través de una resolución publicada ayer en el Boletín Oficial, una empresa estatal pasó a controlar los servicios y la administración de obras de recuperación y mantenimiento en las líneas Sarmiento y Mitre, como ya lo hacía en otros tres ramales ferroviarios.
La Operadora ferroviaria sociedad del Estado y la Administración de infraestructuras ferroviarias definirán desde ahora qué obras "afectan a la operatividad de los servicios y acordarán la mejor forma de concretar su ejecución", señaló la resolución firmada por el ministro argentino de Interior y Transporte, Florencio Randazzo.
El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner transferirá fondos públicos para la ejecución de las obras aprobadas, añadió la norma.
La línea Sarmiento ha sido escenario de los últimos dos accidentes fatales ocurridos en Argentina.
tragedias
En mayo de 2012, 51 personas murieron y más de 700 resultaron heridas cuando un tren se empotró contra el andén de la transitada estación de Once, en Buenos Aires.
Trece meses después, el choque de dos trenes en el oeste del conurbano bonaerense causó tres muertos y más de 300 heridos.
Tras los siniestros, el Gobierno argentino anunció inversiones ferroviarias y mejoras en la seguridad, pero el servicio sigue siendo objeto de fuertes críticas por parte de los usuarios.