Chadwick llama a entregar datos sobre detenidos desaparecidos
conmemoración. El secretario de Estado dijo que los civiles no manejan información sobre ese tema.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, afirmó ayer que el paradero de los detenidos desaparecidos durante el régimen militar es una de las materias pendiente que quedan a 40 años del golpe de Estado.
El jefe de gabinete añadió que está seguro de que los civiles que participaron en la dictadura no tienen información que permita encontrar los cuerpos, como demandan familiares de las víctimas y grupos de activistas de los derechos humanos.
"Si algo queda pendiente es poder encontrar o tener la posibilidad de que los familiares sepan lo que ocurrió con los detenidos desaparecidos", dijo el ministro a TVN.
"El Presidente Piñera lo señalaba: todo aquel que tenga la información tiene una responsabilidad moral y patriótica de entregarla hoy día ante los tribunales de justicia", agregó.
Consultado sobre la posibilidad de que esta información esté en manos de civiles que colaboraron con el régimen, Chadwick respondió: "Tengo certeza absoluta que no tienen idea. Que otros puedan saber, uno presiente que alguien pueda saber más de esto. ¿Quiénes?, no lo sé, pero quienes fueran mandos superiores o subalternos, por Dios que le harían bien a Chile".
La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, le respondió al ministro. "Esperamos verdad y justicia, un país que jamás vuelva a estar bajo la institucionalidad autoritaria (...) y que los violadores de los DD.HH, los civiles y militares, vayan a la cárcel", agregó.
El presidente del PS, Osvaldo Andrade, que fue torturado durante el régimen, destacó el discurso del Presidente Sebastián Piñera el lunes en un acto en La Moneda, al que calificó como un "muy valioso gesto político", pero demandó a Chadwick un mayor involucramiento en la materia como ex miembro del régimen.
"Podría entregarnos más información y a lo mejor ir resolviendo estas cosas", dijo a radio Agricultura.
Ayer la candidata de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, participó de un acto en el ex centro de detención y tortura Villa Grimaldi, en la comuna de Peñalolén. Ella y su madre, Angela Jeria, estuvieron detenidas ahí en 1975.
Tras la actividad, y visiblemente emocionada, afirmó acompañada de familiares de víctimas de violaciones a los derechos humanos que "estoy aquí en calidad de sobreviviente de Villa Grimaldi (...). Nunca me ha costado estar acá (...). Por supuesto que hay emociones, hay recuerdos que vuelven... Uno trata de ubicarse dónde estuvo", añadió.
La ex Presidenta comparó el golpe y sus consecuencias con una herida: "Si está contaminada, sucia, no cicatriza".
Alcanzar el reencuentro, a su juicio, "sólo es posible asegurando que haya verdad plena, justicia plena y un compromiso para cuidar la democracia; cuidar la manera en que nos relacionamos en todo; respetar nuestras diferencia y nuestra diversidad; y establecer como principio que nunca deben ser vulnerados nuestros derechos humanos".
El presidente de la UDI, Patricio Melero, afirmó a radio Agricultura que "la izquierda siempre busca reescribir la historia a su beneficio personal, lo cual es una gravedad absoluta a la verdad"; y añadió que "la sociedad está más conciliada que los políticos, viendo las dos caras de la moneda, como lo nefasto del Gobierno de la Unidad Popular y las luces y sombras de la dictadura militar".
En Santiago ayer se efectuaron varias actividades político-culturales en memoria de los detenidos desaparecidos.
En una de ellas, la ONG Amnistía Internacional dejó en La Moneda las firmas de 25.000 personas de una decena de países en que solicitan que en Chile se haga justicia por las violaciones de los DD.HH.
"No es posible que a 40 años del golpe de Estado, la ley y las autoridades chilenas sigan avalando la impunidad. La ley de Amnistía es una burla para las víctimas, así como también que las sentencias no muestren la gravedad de los delitos cometidos", dijo la directora ejecutiva de Amnistía Chile, Ana Piquer.
"No se trata de un tema de la izquierda o partidista, sino que no es posible construir el futuro sin mirar las lecciones que el pasado nos enseñó", agregó su presidente, Roberto Morales.
También ayer, unas 1.210 personas acudieron al llamado de una cruzada llamada #quererNover, convocada por las redes sociales. Los participantes se acostaron en el suelo por 11 minutos en la Alameda, entre calles Moneda y Plaza Italia, en una representación de los detenidos desaparecidos.