Obsesión autoritaria por los números pares
Al interior de los hogares debe trabajarse con los menores para evitar entregar mucha información."Chile requiere un nuevo sistema electoral en una nueva Constitución"
Históricamente en nuestro sistema electoral republicano los diputados se elegían de a cinco en circunscripciones de regiones continuas. Desde Valdivia a Magallanes se eligió al propio senador Allende en la elección previa a 1970. En Santiago en marzo del 73 se eligió a Frei, Musalem, Jarpa, Altamirano y Volodia. En el caso de los diputados, se elegía habitualmente de a tres como mínimo. Durante años existió un distrito de diputados "discontinuo" al considerarse a Llanquihue y Aysén, que elegía los mismos 3 diputados que la provincia de Chiloé. Era la República, el sistema que valoraba la proporcionalidad y sobre todo a las mayorías.
El Binominal extremó el sistema de representación, estableciendo de paso un sistema tan "original" que no existe en ninguna democracia en el mundo. Inspirado en que había que cautelar los derechos de "la minoría" (que era la situación habitual de la Derecha), se ingenió un sistema de "elegir de a dos", con lo que lo habitual sería elegir 1 y 1, y en que un conglomerado podría ejercer la mayoría sólo si conseguía doblar al adversario. Una matemática de representatividad en la que 66 es igual a 34. Una brutalidad electoral, porque en Chile se pueda ganar "hasta por 30 "puntos porcentuales" y no se hace ninguna diferencia.
Es ese modelo anacrónico y perverso el que nos rige hasta en esta elección. Llegó la hora de cambiarlo, pero, en mi opinión, hacerlo por un sistema representativo y adecuadamente proporcional. Se ha avanzado en una "tímida reforma" que básicamente "cambia el 2 por el 4", con el que la barrera de representación ya no estará en 67 sino que en 60. Es un avance bastante menor. Incluso a ello se opone la UDI.
Chile requiere un nuevo sistema electoral en una nueva Constitución.
Con reglas e instrumentos plenamente democráticos. La democracia pre 73 tenía muchos defectos, que favorecieron su propio colapso. Pero nuestro republicano sistema electoral estaba lleno de dignidad representativa. Ello explica el "enorme Senado" que teníamos, cuando los estudiantes hacíamos cola para escuchar a Frei, Allende, Alessandri, Bulnes , Ampuero ,Fuentealba o Rettig.
Grandes líderes de una gran democracia. Pero, elegidos todos con un sistema electoral impecablemente representativo. En esto, el gran y verdadero cambio parece ser "volver atrás". Paradójico, pero preciso.