El curanto: la antigua tradición chilota que se niega a pasar de moda
Turismo. Los mejores mariscos del mar sureño, junto a las más sabrosas carnes, conforman este deleite gastronómico que ningún paladar puede dejar de disfrutar.
Es, sin lugar a dudas, la carta de presentación de la Isla Grande de Chiloé al mundo.
El curanto, del mapudungun "kurantu", es preparado tradicionalmente al aire libre, en lo que se conoce como curanto al hoyo, donde cada capa de ingredientes es tapada por grandes hojas de nalca o pangue, y tapado con tierra y sacos, para dejar cocer todo por cerca de una hora, obteniendo una mixtura de sabores incomparable.
Pese a ello, en muchos también se prepara en olla, en lo que se conoce como pulmay.
Sus ingredientes recogen lo mejor de la gastronomía local, con mariscos como cholgas, choritos y almejas, y en algunos restaurantes agregan otros según temporada, como locos.
Su precio varía desde los $4.000 a los $10.000 y si hay algo seguro, es que cada comensal quedará más que satisfecho.
Pese a que la receta no varía en mayor medida, el ritual y tradiciones que genera el curanto, hacen recorrer la provincia en busca de sus distintos sabores, sea un panorama para toda la familia. A continuación le recomendamos algunos imperdibles.