Bajo nuevos cargos por el delito de homicidio frustrado, fue reformalizado en el Juzgado de Garantía de Puerto Montt, José Zúñiga Argel, de 26 años, quien fue detenido por Carabineros tras ocasionar graves lesiones a una vecina, a quien habría atacado con un hacha en el sector de Piedra Azul, en la Carretera Austral.
La mujer de 31 años, el 26 de mayo pasado resultó con varios dedos de su mano derecha amputados, producto del ataque, lo que además le ocasionó otras lesiones de carácter grave.
Debido a ello, estuvo varios días internada en el Hospital de Puerto Montt, en complicado estado de salud, lo que incluso aún le afecta física y psicológicamente.
"Se entregó un nuevo plazo de investigación de 30 días, conforme a lo que queda pendiente para indagar y que es confirmar la gravedad de las lesiones y el riesgo vital en el que estuvo la víctima", explicó la fiscal Nathalie Yonsson, quien lleva el caso.
De acuerdo a Yonsson, los últimos antecedentes que se adjuntaron a la causa dan cuenta de las graves lesiones sufridas por la mujer "y conforme a ello se reformalizó por el delito de homicidio frustrado a ambos imputados, entre ellos un adolescente de 16 años", indicó.
Según la persecutora, el joven presenció el ataque y la imputación es por no procurar que se evite el ataque. "No impidió, ni procuró impedir que el hecho se evitara. La víctima, el día de los hechos, llegó en muy malas condiciones al hospital", manifestó la fiscal.
Marcada de por vida
La mujer afectada por el ataque relató que tanto sus hijos como ella, no se han podido recuperar del violento hecho, que mantiene en prisión preventiva a Zúñiga Argel.
"Hay mucha gente que me escribe, varias mujeres y me cuentan que están sufriendo de violencia y agradecen que yo haya sacado la voz. Muchas mujeres se quedan calladas y no tienen la valentía de hablar. Esto es un ataque contra una mujer, claro es homicidio frustrado, pero un ataque al fin y al cabo. Es algo que me dejó marcada para toda la vida", expresó la víctima.
Para la mujer, es importante que exista un castigo real contra el autor de esta agresión.