Educación, herramienta vital
La revolución educacional en Chile marcó un precedente, entre lo que se hacia y lo que se hace en el desarrollo de nuestra sociedad.
Un sinfín de movimientos, causas, líderes, políticos, gobiernos, han ayudado a mejorar la educación que se le entrega hoy a nuestros jóvenes.
Y es ante este caso que las universidades no se han quedado atrás. Gracias a la libertad en su máximo esplendor, hemos sido testigos de variadas transformaciones que van siempre en busca de hacer entrega de la mejor herramienta para los individuos, una formación humana, capacitando para ser no sólo profesionales, sino personas con principios y valores que van siempre persiguiendo entregar lo mejor al servicio de su país.
Lo anterior suena a utopía o la rimbombante declaración de misión o visión de una universidad, pero lo cierto es que se ha perdido el foco entre lo que queremos entregar y lo que buscamos formar. ¿Queremos sólo formar futuros desempleados con título? Proponemos que no.
Los invitamos a formar líderes que sean capaces de tomar las riendas de las empresas y los servicios públicos, y para eso necesitamos a nuestras casas de estudios, académicos y principalmente a nuestros jóvenes estudiantes. Los invitamos a agregar a sus mallas de estudio una dosis de liderazgo y salir de sus zonas de confort, de esas burbujas que ustedes mismos se crean, a dejar de ser víctimas y a ser agentes de cambio. Nosotros mismos formémonos, para ser los que tomemos las decisiones de lo que es mejor para nuestra región mañana.
MARCELO ANDRÉS SOTO. Coordinador Movimiento Súmate UST. Estudiante Ingeniería Administración Pública. IP Santo Tomás. Puerto Montt.
Maldita Ley Jibia
A medida que se acerca la fecha de entrada en vigencia de la maldita Ley Jibia, veo con mucha frustración como mis compañeros de trabajo, tripulantes de arrastre jibia, salen a pescar los últimos kilos de cuota que les queda, y parte el alma la angustia y la preocupación en sus rostros.
Cómo me gustaría que los honorables parlamentarios que tan orgullosamente han aprobado esta ley pudieran ver la realidad que están viviendo los trabajadores del sector; ellos que se llenan la boca diciendo que "defienden a los trabajadores".
Por su parte, el gobierno del Presidente Piñera, que fue cómplice de esta maldita ley, tampoco ha manifestado ninguna preocupación por los trabajadores que quedarán sin empleos a mediados de mes
Solicitaron miles de documentos para acreditar a los trabajadores del sector, pero a la fecha todavía no hemos recibido una respuesta.
Una vez más, la cuerda se está cortando por lo más débil, la clase media, que serían nuestros trabajadores, ya que es mucho más popular defender a los "pobres artesanales" y por otro lado la industria es la industria, pero quien se preocupa de los trabajadores de la industria.
Tendremos los chalecos amarillos, los trabajadores de la industria pesquera, que defender el empleo o la plataforma social en la calle. Estamos solos . Maldita Ley Jibia.
RICARDO FLORES Z. Presidente Tripulantes de Arrastre.
Tiempo perdido en las salas
El reciente informe Talis de la OCDE muestra que los profesores chilenos destinan un 18% del tiempo en temas de disciplina en la sala de clases, lo que, sumado a las tareas administrativas, lo ubica como el país de la organización que menos tiempo destina a la enseñanza efectiva.
Los niños y jóvenes chilenos están perdiendo aproximadamente 6,5 semanas de clases al año -casi un mes y medio-, que podrían estar aprovechando para aprender. A su vez, la dificultad de los profesores para gestionar de mejor forma la disciplina y cultura de aula implica un enorme desgaste y es una de las principales causas del estrés y del agotamiento docente.
Éste es un tema del que hablamos poco, pero de enormes consecuencias: un elemento central para el aprendizaje de los estudiantes es el tiempo efectivamente dedicado a la enseñanza y una precondición clave es una cultura de aula efectiva que la posibilite. Las competencias para lograr esto no son algo innato o que solo dé la experiencia de años de un profesor; esto se puede enseñar y aprender a través de estrategias muy concretas. Sin embargo, es algo a lo que no se le está dando atención ni se está enseñando de forma efectiva en la gran mayoría de los programas de formación docente.
Es fundamental repensar la forma en que estamos preparando a nuestros docentes. Debemos entregarles estrategias concretas: menos teoría y más práctica.
Así podremos asegurarnos de que nuestros estudiantes no pierdan casi un mes y medio de clases, y nuestros profesores tengan las herramientas suficientes para ser exitosos en su gran desafío: entregar educación de calidad a todos nuestros niños.
RODRIGO LÓPEZ. Gerente General de Aptus.