Un oficio nostálgico que se resiste al paso del tiempo

YESO. En una época donde la decoración es desechable, mucho se compra a distancia y todo parece igual; aún hay quienes valoran contar con piezas únicas y que guardan un montón de esfuerzo y dedicación tras ellas. Así pasa con el trabajo que se realiza en calle Egaña, de Puerto Montt, con "TorreArte", un espacio que lleva 30 años ofreciendo figuras que, pese a tener un origen en serie, adquieren vida y única al adquirir sus colores. No hay dos iguales y eso hace que el emprendimiento de la familia Torres siga vivo pese a a las dificultades.
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