La Roja cayó frente a Argentina en un áspero duelo por el tercer puesto
FÚTBOL. Poco fútbol, mucho roce y el protagonismo del árbitro Mario Díaz de Vivar, fueron los condimentos del 2-1 con el que Chile se despidió en el cuarto lugar de la Copa América.
Era el partido que, según dicen "nadie desea jugar" y quizás por eso la definición por el tercer y cuarto puesto de la Copa América entre Chile y Argentina, parecía un lance donde la voluntad y las ganas primarían para ganarse un puesto en el podio.
Eso sí, no se puede decir que Chile no lo intentó, ya que la Roja nuevamente presentó un esquema con líbero, dos centrales y dos laterales-volantes y complicó a la Albiceleste atosigando su sector derecho, donde Juan Foyth parecía no poder con el continuo avance y la presión de Jean Beausejour.
A los 12' una grave desconcentración del fondo y del mediocampo chileno dio lugar a la viveza trasandina. Messi sirvió un tiro libre con una diagonal que encontró a la zaga mal parada y a un Sergio Agüero que avanzó hasta el área chica sin marca y definió ante la esteril salida de Gabriel Arias.
Y la malaria se agudizó tres minutos más tarde, cuando Alexis Sánchez salió de la cancha afectado por una lesión. La salida del tocopillano reemplazado por Junior Fernandes, además de un cobro intrascendente en la mitad del campo por parte del juez paraguayo Mario Díaz de Vivar, comenzó a dar lugar a la desesperación de la oncena nacional.
Eso, a la larga, pasó factura. Y si parte del problema ante Perú había sido lo feble de la zaga y la salida exagerada del portero Gabriel Arias, esta vez la lenta salida del meta y la poca cobertura de Gonzalo Jara posibilitaron a Pablo Dybala recibir un pase de Nicolás Otamendi con ventaja y avanzar hasta el área chica y marcar el 2-0.
La desventaja hizo que el partido entrara en una continua refriega y en reclamos airados a cada cobro del guaraní. Así, a los 37', una disputa de balón entre Messi, terminó con ambos enrevesados en un áspero choque, que no terminó hasta que el árbitro los expulsó a ambos.
Partido friccionado
Con los ambientes caldeados, se esperaba un partido trabado desde el inicio del complemento. Sin embargo, Chile fue afectado por la lesión de Gonzalo Jara, que obligó al ingreso de Guillermo Maripán a los dos minutos. Y cuando Argentina era más que la Roja en el terreno de juego, con una ocasión que casi terminó con Dybala a tiro de gol, Díaz de Vivar hizo sonar su silbato y consultó el VAR, por una falta anterior dentro del área a Charles Aránguiz.
Ante la incredulidad trasandina, Díaz de Vivar cobró la pena máxima y a los 58' Arturo Vidal no falló desde los doce pasos, poniendo el 2-1 y la incertidumbre en el encuentro.
Pero el gol chileno, tácticamente, no tuvo como efecto un golpe de timón en el juego. Los dirigidos por Lionel Scaloni siguieron bombardeando el pórtico de la Roja a través del fluido juego de Agüero y Dybala.
Apenas una jugada asociada entre Mauricio Isla y Eduardo Vargas, que terminó en las manos de Franco Armani, era la aproximación nacional en el terreno rival.
De ahí en más, las situaciones puntuales y la falta de dinámica se tomaron la acción en el Arena Corinthians. De fútbol, poco. Tan sólo una diagonal del ingresado Ángel Di María, que Agüero no pudo definir, justo antes de salir reemplazado por Matías Suárez. Al no tener nada asegurado, el técnico trasandino optó por hacer ingresar a los 88' a Ramiro Funes Mori con el fin de cerrar las líneas con tres centrales, y entregar la actividad ofensiva al pelotazo y al juego de los laterales.
Y esa táctica pareció ser la adecuada para que la albiceleste, no sin esforzarse, fuera se quedara con un tercer lugar en una tarde que no tuvo mucho de fútbol ni de aprendizajes futbolísticos para la Roja, pero sí un reguero de hechos para la anécdota y un protagonista improbable en el árbitro.
Rueda: "El pecado fue desconcentrarse"
Luego del encuentro en Sao Paulo, el técnico nacional Reinaldo Rueda esbozó un análisis sobre la derrota de la Roja ante la selección argentina, señalando que "perdimos la concentración, y no nos alcanzó para lo que queríamos. Cometimos ese pecado y en los minutos iniciales". Además, el DT hizo una breve evaluación del desempeño de Chile en la Copa, manifestando que "si viéramos los números a partir de lo que se mostró acá, respecto a lo que pasó con algunos jugadores, sobre el asumir la responsabilidad y lo visto en el terreno de juego, el balance sin dudas es positivo".
2 expulsados y siete amonestados tuvo el encuentro entre Chile y Argentina, donde resaltó la actuación del juez paraguayo.
57 minutos de partido transcurrían cuando el árbitro Mario Díaz de Vivar consultó el VAR y cobró el penal convertido por Arturo Vidal.