El sábado pasado los pescadores artesanales de región, así como de todo el país, celebraron a su santo patrono: San Pedro y como es tradicional, en muchos muelles y caletas se reunieron en torno a la figura del santo, engalanaron sus embarcaciones; pidieron por sus vidas, rogaron para que el mar les siga dando el sustento y por poder seguir viviendo de la pesca.
Esta es una actividad que ha dado no sólo el sustento económico a muchas de nuestras comunidades, sino que además ha entregado identidad a nuestra región, íntimamente ligada al mar.
Reconocer a la pesca artesanal por todo su aporte al desarrollo del país es una deuda que como sociedad y como Estado tenemos con miles de hombres y mujeres que con muchos sacrificios y con un alto sentido de sustentabilidad, ejercen actividades extractivas en nuestro litoral, deuda que en parte se comenzó a saldar gracias a la aprobación en la Cámara de Diputados de un proyecto que hace un tiempo presentamos junto a otros parlamentarios para establecer el Día Nacional de la Pesca Artesanal.
Originalmente se propuso el 19 de mayo como la fecha para homenajear a los hombres y mujeres de mar, por lo que presenté una indicación para que fuese el 29 de junio el día en que se reconociera a los pescadores artesanales, que es la fecha en la que celebran a su santo patrono, en la fiesta de San Pedro, festividad la cual se remonta por sobre los 120 años.
En Chile existen aproximadamente 60.000 personas que viven directa o indirectamente de la actividad pesquera artesanal, por lo que es fundamental reconocer en forma oficial a este esforzado y sacrificado grupo de trabajadores que realizan su labor arriesgando inclusive sus vidas cuando se hacen a la mar.
Por ello es que valoro este reconocimiento que les hace la Cámara de Diputados con la aprobación de este proyecto, que ahora pasó al Senado y que espero también sea aprobado a la brevedad, ya que es un justo reconocimiento para todos quienes desarrollan esta noble actividad.
Gabriel Ascencio Mansilla.