En la gran tarea, misión y compromiso con el muy vital resguardo y preservación medioambiental, por la salud y bienestar de la población y seres vivientes, -sobre todo, cuando el globo se ve cada vez más amenazado por la más variada contaminación, causada por la inconsciencia y descuido humano-, toda iniciativa y esfuerzo que se emprenda en favor de esa magna campaña ecológica, merece el máximo reconocimiento, respaldo y colaboración. De manera que así sus fructuosos efectos se multipliquen y logren sus objetivos de sensibilización social -desde la infancia- en el cuidado de la naturaleza, su flora y su fauna.
En las recientes celebraciones medioambientales, en nuestra provincia, surgió un extraordinario ejemplo de cómo formar una conciencia ecológica desde temprana edad en las personas.
Ello es obra del jardín y sala cuna San Miguel, de Calbuco, donde se cultiva en sus 168 infantes una experiencia educativa de sorprendente calidad en el tema, como así lo definiera la Fundación Integra, al seleccionar a este establecimiento como uno de los ocho representantes de nuestra región en el seminario nacional "Comparte Educación 2019", cuya sede será Santiago entre el 12 y el 14 de este mes. Evento donde se concentrarán los sistemas de enseñanza más innovadores, implementados en jardines infantiles y salas cunas de Integra en el país.
Este jardín infantil calbucano destaca por su sello pedagógico vinculado al resguardo, respeto y valoración del medio ambiente de parte de los niños y niñas que cobija, y que también influye en sus propias familias con esa mentalidad ecologista.
Al destacar el trabajo del Jardín San Miguel de Calbuco, la directora regional de Integra, Marcela Gallardo, enfatizó su especial importancia, en particular "porque son precisamente esos pequeños los agentes de cambio y piezas fundamentales en el compromiso con el cuidado y protección del medio ambiente". He ahí la clave para un ambiente descontaminado y puro, y una larga vida: formar en esos valores a las nuevas generaciones.