Por fin, ya está refrendado y consolidado el compromiso de concreción del proyecto del Parque Metropolitano en Puerto Montt, con la presencia del propio Presidente de la República, Sebastián Piñera, quien lo destacó como un relevante aporte para mejorar la calidad de vida de los puertomontinos y un importante potenciamiento al desarrollo turístico local y regional. La soñada gran obra comenzará a construirse el próximo 2020, luego de la elaboración del diseño en el transcurso del presente año.
Cuando los tan anhelados planes como éste, que creará el tan necesario "pulmón verde" de la ciudad, comienzan el avance en sus respectivas etapas, como ahora, hay que destacar con alegría el acontecimiento, por lo que significa en bienestar, salud y unidad cívica.
Pero, también, es la oportunidad de integrar más opiniones de los puertomontinos, en cuanto a cómo desean que sea su Parque. Y de considerar las propuestas más valederas en bien de la obra, como la sugerencia del lector Renato Alvarado, en una carta enviada nuestro Diario, de levantar techos y corredores protectores de la lluvia en el recinto, teniendo presente la rigurosa inestabilidad climática de nuestra zona. Entre otras iniciativas ciudadanas, como la de habilitar espacios para la creatividad cultural y recreacional. Lo que certeramente vendría a complementar la voluntad de instalación del Museo Monte Verde y su tesoro arqueológico en el mismo lugar, que es otra aspiración de larga data de los porteños, que no se explican tan burocrático tratamiento a la preservación de las invaluables reliquias prehistóricas descubiertas hace 42 años aquí tan cerca.
No hay que olvidar que estamos en deuda con la memoria de uno de los más notables y laboriosos líderes puertomontinos, que dedicó su vida a colaborar -desde todos los frentes- al progreso de Puerto Montt y digna existencia de sus habitantes: Tótila Lintz Stange, fallecido en 2017, cuyo nombre ennoblecería el tan ansiado Parque Metropolitano, que él también esperaba con paciente inquietud.