Un día de furia lo tiene cualquiera, y para contrarrestar este estado de conducta inusual, a veces era recomendable calmarse, respirar profundo y contar hasta diez. Sin embargo, los tiempos han cambiado y el estrés ha sido el convidado de piedra sumándose a la larga lista de situaciones alienantes que entorpecen nuestro diario convivir, pues obnubilizan nuestra mente convirtiéndonos en el Dr. Jekill, con consecuencias predecibles. Un día cualquiera, un hombre, un jefe de hogar sale de su casa camino al trabajo, se despide afectuosamente de su esposa e hijos, sube a su vehículo y se transforma en un ser irreconocible, conduciendo a una velocidad prohibida, dejando a su paso un escenario devastador de muertes y heridos.

Investigando las causas he llegado a la conclusión de que este cambio de conducta se realiza bajo la influencia de sustancias estupefacientes o psicotrópicas o bajo la influencia del alcohol, cuyos efectos superan largamente las prohibiciones establecidas en la Ley del Tránsito. Pero la legislación se ha quedado en el camino, por lo que es necesario adaptarla a los tiempos que vivimos estableciendo protocolos y procedimientos que se ajusten a las normas vigentes sobre control de estupefacientes en la conducción de vehículos.

Así que, viendo cómo la realidad supera a la ficción, he presentado un Proyecto de Resolución mediante el cual se solicita al Presidente de la República que disponga la implementación de herramientas para el control in situ de la conducción bajo la influencia de estupefacientes y psicotrópicos, sustancias que no están incluidas dentro de los regímenes legales más desarrollados en la Ley del Tránsito y al no existir una definición institucional respecto del equipamiento que permitirá efectuar dichos controles ni existe normativa o protocolo sobre su uso.

A mayor respaldo de esta solicitud, el consumo de diversas drogas ha aumentado significativamente, principalmente en el caso de la marihuana y del clorhidrato de cocaína debidamente documentado, por lo que se torna urgente poder contar con mecanismos de fiscalización intensiva de sustancias estupefacientes o psicotrópicas en la conducción, necesarios para determinar la incidencia de la droga en la conducción riesgosa.

Fondos públicos: depositando confianzas

Desde las organizaciones no gubernamentales surgen propuestas, ideas, conocimientos y experiencias para enfrentar y generar cambios a distintas situaciones de desigualdad, con el objetivo de construir - comunitariamente - un país mejor.

En este desafío valoramos los espacios de relación entre el Estado y la Sociedad Civil, como los mecanismos públicos de financiamiento, donde el Gobierno deposita recursos y confianza en las organizaciones, entendiendo y valorando el trabajo diario que realizan éstas.

Una de las puertas de entrada que tiene el Gobierno para realizar proyectos de alto impacto en materia de educación a escala local, es el fondo concursable del Ministerio de Educación destinado al fortalecimiento y articulación de la Educación Técnico Profesional.

Este fondo invita a las organizaciones a presentar propuestas con una mirada sistemática para abordar con fuerza los desafíos que enfrenta la Educación Técnico-Profesional en todo el territorio nacional.

ONG Canales ha forjado su trabajo en base a fondos públicos y privados, con el objetivo de fortalecer la Educación Técnico Profesional, a través de un modelo de intervención innovador y flexible que busca la articulación y el trabajo en red entre varios actores.

Hemos realizamos diversos proyectos, donde destacamos el que ejecutamos junto a Indap para desarrollar competencias de emprendimiento en jóvenes rurales y estudiantes de liceos agrícolas de la región de Los Lagos, además del proyecto apoyado por Corfo que busca diseñar un módulo pedagógico y un modelo de gestión para el desarrollo de competencias técnicas en especialidades relacionadas con el sector marítimo portuario en el primer buque escuela civil de Chile. De la misma manera, agradecemos la confianza que nos han depositados otros servicios públicos como MDS, Sence y Sernatur.

Creemos la importancia de consolidar una articulación honesta entre el Estado y la Sociedad Civil basada en la confianza, la transparencia y la probidad, para que los proyectos que se ejecuten con fondos de todos sean más pertinentes y aporten de mejor manera al desarrollo de nuestro país.